sábado, 13 de febrero de 2010

Mujeres al borde de un ataque de nervios


"Mintiendo que bien te queda el papel, después
de todo parece que esa es tu forma de ser.
Yo confiaba ciegamente en la fiebre de tus besos,
mentiste serenamente y el telón cayó por eso"

(Puro Teatro. La Lupe)





Dos canciones, una ranchera y un bolero abren y cierran la película. Lola Beltrán y La Lupe cantoras de los más tristes despechos otorgan la atmósfera propicia para contar el desamor, el engaño y la soledad que llevan a un grupo de mujeres al borde de un ataque de nervios.

La trama es sencilla, aderezada de símbolos, de rojo y amarillo, encuadres y primeros planos que nos transportan a la esfera interior humana. Desamparo y tristeza, emociones que se desencadenan a partir de una ruptura, sentimientos padecidos tanto por hombres como por mujeres.

Este tema no parece propicio cuando nos hayamos en vísperas de la celebración del "Día de San Valentín" pero el desamor de Pepa es solo un antónimo relativo de sus reales sentimientos hacía Ivan, un hombre que bien puede llamarse Juan, Luis, Federico, que como dijo Carmen Maura en la película "Es más fácil conocer una moto profundamente pero a un hombre jamás". Los terroristas chiítas, Ivan y su hijo son proclives a decir mentiras y las mujeres a creer.
Pepa, Candela y Lucía son personajes inestables, reales y enigmáticos, se pierden entre nuestros pensamientos y recuerdos, nos llevan con ellas a un espacio que nos negamos a ver y reconocer en nosotros. Ese espacio al que me refiero es el mundo interior, específicamente a la parte que alberga en un rincón apartado las imágenes y los momentos no felices, los relacionados con la muerte, amores no cristalizados y metas frustradas. Lugar donde se sienten con más valor: la soledad, el silencio, el sentido de la naturaleza y, por encima de todo la muerte.
" Mujeres al borde de un ataque de nervios" conforma la arena de muchos conflictos del ser humano, que al fusionarse muestran: la vulnerabilidad, la inestabilidad, la soledad y la aspiración del humano a la libertad y al amor que lo construye y define, ya que juntos conforman la esencia de la humanidad. Su logro es más importante que todos las demás conquistas; perderlos significa derrota definitiva.

4 comentarios:

  1. La Lupe, Lola Beltrán, la Maura y el siempre amado Almodóvar: qué maravilla. Qué sabrosa la derrota, las metas frustradas: ahí se esconde el "guagancó", la azuquita pal café, el "piquetico".
    Muchos saludos, queridos

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  2. Sí, Pepa sobre todo, pero todas las mujeres de la película parecen estar preparadas para la derrota. Sea con desdén, con franqueza o con locura, cada una a su manera, asume su pérdida, eventual o presente.

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  3. Derrota representada por los hombres a quienes aman, por las cosas que dejan atrás: una cama encendida, una maleta, recuerdos.
    En el rostro de Pepa y sus lágrimas se siente la pérdida y el dolor. ¡Carmen Maura es grande!

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  4. Hermosa. Cuánto sugiere con su rostro, su mirada, su humor y su voz.

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