Volvemos con la sección de tráilers que teníamos tiempo sin actualizar. Ahora tendrá un nombre sugerente donde somos tentados a un primer acercamiento a las cintas por estrenarse en los próximos meses: Abrebocas.
Papillon fue una película estrenada en diciembre de 1973, hace ya cuarenta y cinco años. Hoy recordamos su legado y su trayectoria justo a tiempo para el estreno del remake. La entrega original fue escrita por el notorio Dalton Trumbo y Lorenzo Semple Jr.. Fue dirigida por Franklin J. Schaffner quien recordamos por la exitosa película Patton (1970). Papillon está basada en la vida y autobiografía de Henri Charriére (Steve McQueen), un convicto francés quien es acusado por un crimen que no cometió y es encarcelado en Guayana Francesa en una cárcel conocida como la "Isla del Diablo". Henri es conocido como Papillon por el tatuaje que tiene en su pecho de una mariposa. Esta película nos muestra los intentos fallidos de Papillon de escapar de la cárcel, y como forma una alianza con Luis Dega (Dustin Hoffman) un falsificador también connvicto a la isla del diablo. Juntos buscan salir de esta prisión en la cual son sometidos a condiciones de supervivencia muy cureles en los campos de trabajo y en las celdas
El remake que fue dirigido por Michael Noer y escrita por Aaron Guzikowski. Tuvo su primer en el festival internacional del cine de Toronto. El film será distribuido en el mes de mayo en los Estados Unidos. Este remake es interpretado por Charlie Hunnam, mientras Luis Dega lo personifica Rami Malek. Veremos cómo nuevamente estos dos personajes formarán su alianza para juntos sobrevivir las hostiles condiciones de esta prisión en la Guayana Francesa e intentar escapar. Más que hacer honor a la película original, Papillon entrará en esta discusión sobre los remake. ¿Podrá la Papillon de Noer superar la original dirigida por Schaffner, o simplemente veremos la misma historia contada por otro director con nuevos rostros conocidos? Sólo el tiempo lo dirá. El tráiler del remake tiene un tono más oscuro y dramático en donde resaltan las actuaciones de Hunnam y Malek.
A continuación, el tráiler de la original que incluye un pequeño trascámara.
Si algo se le puede cuestionar a Isle of Dogs, la segunda película animada de Wes Anderson después de Fantastic Mr. Fox, es que más allá del ingenio de siempre, tan puntilloso, y la composición de planos armoniosos que provoca quedarse mirando por horas como si se tratara de cuadros pictóricos; hay detalles en la trama que son visibles como giros fáciles. Ciertas conveniencias que, incluso dentro del juego que alude directamente dentro de los códigos de la película (las traducciones simultáneas, los diálogos no traducidos, la referencias a flashbacks), se siente que son trampas donde nos sentimos levemente engañados, si bien lo aceptamos.
Cedemos frente a ellas porque nos encontramos frente a otra joya de Anderson, esta vez un homenaje a los caninos donde los felinos quedan un poco mal parados a falta de suficiente representación. Hay sentimentalismo en el vínculo entre amos y mascotas, pero curiosamente no hacia el público. El guión sabe enmascarar los momentos tristes dejándolos en japonés, como si supiera que de traducirlo, nos delataría en llanto. Hay una ternura que termina siendo encubierta en las películas de Anderson, que nunca cae en lo empalagoso.
Se trata además de una reflexión política también que viene a colación urgente considerando la situación gubernamental de algunas sociedades latinoamericanas en la actualidad. El comentario sobre la política en la sociedad parece superfluo, pero si se hilvana sobre cómo la fidelidad es un rasgo fundamental para la convivencia, nos damos cuenta de que la cinta le está haciendo un buen lugar a la lucha por los derechos sin caer en maniqueísmos. Entrega un mensaje con frescura y muy bien camuflado con una estética encantadora.
Cedemos también frente al desfile de voces que nos encantan, no sólo porque reconocemos ciertos actores, sin importar si tienen apenas tres o cuatro líneas breves, y ya recurrentes en la filmografía de Anderson. También porque se siente que están disfrutando su trabajo brindándole voz a perros o humanos. El guiño al perro que disfruta de los chismes, al que Jeff Goldblum le brinda su voz, está entre los mejores del elenco.
Finalmente, la música tan vibrante mantiene en atención durante toda la cinta. Alexandre Desplat entusiasma una vez más con aires más orientales que a veces recuerdan a la partitura de Tan Dun para Wo hu cang long de Ang Lee.
Se siente bien que Love, Simon nos represente a los homosexuales en el lado mainstream a través de un elenco con el que hacer empatía. Después de décadas representados en producciones independientes o en personajes que sufren su secreto, era momento de que no fuésemos ya el personaje secundario al que la amiga acude en busca de apoyo y consejo. Por ese lado, genera bienestar este paso adelanto con un apoyo modesto en taquilla, y con dudas sin respuesta necesaria sobre la sexualidad y momentos genuinos en el guión.
Pero ahí quedan las buenas intenciones de la cinta. Cae con facilidad en los enredos de los guiones comerciales de Hollywood, sin importar cuánto la interacción entre correos entre Simón (Nick Robinson) y "Blue" sea la manera ideal de compensar la soledad de ambos. El final no es más que un intento bastante evidente de representar minorías religiosas y raciales. Queda para el recuerdo, eso sí, la escena del gay afeminado reconociendo el tono de voz de su mamá cada vez que le miente a sus abuelas sobre las novias de él. En este instante hay un dejo de imposibilidad por atener las expectativas inevitables que los padres depositan en (la sexualidad de) sus hijos.
Que el filme nos retrate un tanto asexuales tiene que ver, clara y lamentablemente, con la edad del público al que apunta.
En el lado opuesto, Pororoca retrata con sutileza y desnudez el descenso de Tudor en el laberinto rutinario de la locura después de la desaparición de su hija. A través de escenas reiterativas, Constantin Popescu sugiere las consecuencias de una investigación en la que Tudor(Bogdan Dumitrache) mismo toma las riendas. Más allá de la culpa y el reproche, el filme nos invita a ser detectives de este caso sin intimidarse con un final demoledor. La violencia desmesurada en éste demuestra que todo el camino recorrido desde entonces no ha sido en vano. La desaparición tiene consecuencias físicas y psicológicas en todos los involucrados, aún en el hermano menor que parece el menos afectado o quien menos entiende.
Este filme silencioso traza el descenso a través de planos cuidadosamente compuestos como los que muestran desde afuera el apartamento donde vive la familia. Como si se sugiriera el encierro sofocante que se vive adentro con la repetición de tal imagen. Y si todo el elenco está en sintonía con actuaciones desgarradoras, Bogdan Dumitrache es quien retrata con mayor desnudez el descenso de Tudor. Cualquier transformación física vinculada con maquillaje o cambio de peso empalidece frente a este cambio que, una vez tomada cierta decisión al respecto, finalmente nos cae la locha de lo que verdaderamente ha vivido el personaje, sin efectismos sino con su sola presencia que va desde su mirada hasta su postura física. Si hay un minúsculo sentido de justicia en el mundo, por lo menos Dumitrache será nominado para la próxima Guayaba de Oro.
Película basada en el libro escrito por Molly Bloom sobre sus experiencias y su tiempo dirigiendo el mundo de los juegos de póker secretos llenos de celebridades, políticos, magnates del negocio y miembros de la mafia. Adaptada por Aaron Sorkin quien también debuta como director, Molly's Game nos trae una historia narrada por la misma Molly Bloom (Jessica Chastain). Cuenta cómo su vida pasó por el éxito, la tragedia y luego por la fama y el poder. A la vez nos muestra tres importantes historias sobre su vida. La primera es Molly, la esquiadora profesional número tres en el ránking de los Estados Unidos con aspiraciones a los juegos olímpicos. La segunda es Molly, la hija de un padre (Kevin Costner) déspota, exigente y cruel quien presiona a Molly y a sus dos hermanos tras el éxito académico y atlético desde muy temprana edad. La tercera historia en la que se enfoca la mayor parte de la trama es Molly Bloom, la proclamada reina del póker quien con solo su ambición y sin conocimiento alguno sobre el juego logró dirigir éxitosamente los juegos de póker secretos más prestigiosos de Los Ángeles y Nueva York. En cada historia de Molly aparecían dificultades y adversidades en su camino pero ella siempre las superaba hasta que apareció un adversario que Molly no pudo vencer, el gobierno de los Estados Unidos.
En esta película vemos cómo Molly con lo poco que le queda tras un largo proceso legal pelea por su libertad, su reputación, pero más que todo por su nombre ya que es lo único que le queda. Vemos cómo su mundo se colapsa tras un accidente, y cómo éste cambia toda su vida. Aun así, Molly no se da por vencida y decide poner en pausa sus planes y tomarse un merecido descanso antes de continuar. Sin planearlo, este breve descanso se fue alargando y dentro de poco Molly se encuentra con Dean (Jeremy Strong), su nuevo empleador. Dean es un hombre ostentoso quien contrata a Molly como su asistente y adicionalmente le asigna la tarea de coordinar sus juegos de póker en secreto. Molly sin ninguna idea de cómo dirigir una noche de juegos de póker simplemente usa su inteligencia y su encanto para comenzar. Vemos cómo Molly poco a poco fue observando, aprendiendo y conociendo todo sobre el juego y los diferentes tipos de jugadores. No sólo se dio cuenta de cómo es el juego, también se dio cuenta de todo el dinero que hay de por medio. Molly comenzó a hacer contactos y conexiones y pronto se dio cuenta que ella misma podría hacerse cargo de los juegos y crear su imperio de póker clandestino.
Molly solo tenía una meta en su mente la cual era ganar, ¿A quién? Y ¿En qué? Era irrelevante, simplemente queria tener éxito. A lo largo del film vemos que muchos hombres se sentían intimidados por ella por ser tan exitosa, otros la deseaban por ser la mujer perfecta y algunos harían todo lo posible para aplastarla y asegurarse que no ganara un centavo más del juego. Molly tuvo una batalla constante contra el sexismo ya que la escena del póker y los negocios en estos juegos eran llevadas por hombres. Ella cambió todo. En el juego de Molly, el dinero no compraba tu puesto, debías jugar por ello y ganártelo. Mientras más exitosa se volvía ella, más gente tenía en su contra y esto ocasionó que Molly cometiera varios errores que le costaron mucho. De estos errores también aprendió para regresar a la cima y recuperar todo. El problema es que cuando más éxito y dinero tienes, más deseas. Es aquí cuando comienzan los errores y los inconvenientes que van desde uso de drogas hasta darse la mano con mafiosos rusos. El mundo de Molly estaba fuera de su control y nuevamente veía cómo perdía todo, esta vez sin posibilidad de recuperarlo. Es aquí cuando Molly decide contratar a Charlie Jaffey (Idris Elba) un abogado justo, honesto y honrado que no está para nada involucrado en negocio sucio. Charlie inicialmente tiene sus dudas sobre representar a la princesa del póker hasta que se da cuenta de que Molly no es para nada esto que dicen sobre ella, Molly sólo quiere recuperar su reputación. La ve como una víctima de sus propias decisiones y no una mafiosa dedicada al juego ilegal. Charlie Jaffey y Molly Bloom poco a poco formarían una relación abogado-cliente basada en la honestidad y lo correcto para luchar por el nombre de Molly Bloom.
La historia de Molly es una de amor, ambición, traición y reivindicación. Con diálogos atractivos e interesantes como nos tiene acostumbrados Aaron Sorkin, no hace falta saber nada sobre póker, sobre deportes, o leyes para entender exactamente qué está sucediendo. Acompañados de maravillosas interpretaciones de Jessica Chastain, Idris Elba y Kevin Costner, Molly's Game marca un excelente debut de Aaron Sorkin como director. Jessica Chastain sobresale como Molly, una mujer dentro de un mundo de hombres y nos muestra qué tan lejos estaría dispuesta a ir una mujer para demostrar que también el póker y los negocios son para las mujeres. La película tiene indicadores tanto en la vida como en los juegos de saber identificar cuando ya es hora de levantarte de la mesa y retirarte. Para los espectadores es entretenido ver como todos caen a sus pies gracias a su éxito. Debemos recordar que como dice Molly al principio: Esto es una historia verdadera. Excepto su propio nombre, todos han sido cambiados para esconder y proteger la identidad de muchos por razones que se nos harán completamente claras a continuación.
De buenas a primeras, parece contradictorio que Gabriel Saie opte por hacer un acercamiento tradicional a una obra tan vanguardista como la de Gyula Kosice. Sin embargo, qué material tan tradicional como lo es el agua en sí misma, que ha estado en la Tierra por millones de años. Y de hecho, si se presta más atención, el documental atiende también a la obra del artista madí deteniéndose en sus creaciones, hurgando en ellas y su arquitectura lo más posible.
El documental no es sólo un recorrido por la vida y obra de Kosice. También es un saludo a los artistas por venir dentro de cien e, incluso, doscientos años. Tal reconocimiento abre una puerta al alcance y el interés de Kosice: dirigirse siempre hacia adelante como el agua que fluye.
Si nos detuviésemos a pensar en lo fundamental que es el agua para nosotros, nos daríamos cuenta de que la obra de Kosice, e indirectamente el documental, son una reafirmación de lo vital. Por lo que indaga Saie en la película y lo poco conocido de la obra del artista por mi parte después de verla, el agua en la obra del artista madí es un motivo para llevar el arte al máximo de sus posibilidades.
En este sentido, Kosice ha llevado al extremo la premisa de que el agua es un líquido vital. No basta con que el agua es un líquido que aprovechamos a diario. Es en sí un líquido que nos contiene. También el documental parte de esta idea para indagar en los inicios del artista, en su familia y su amor. Pareciera que no es mucho lo que hay que decir al respecto. Enmudece la pretensión de imaginar y planificar una ciudad hidroespacial, mucho más allá del arte como algo poético, sino también como algo necesario y primigenio.
Finalmente, si bien pareciera no haber hallazgos en el documental en cuanto a los vínculos familiares, la fortaleza del filme está en dar a conocer la obra de Kosice como lo hace el guía del museo con los niños; dar a conocer su obra y apasionarse con ella.
A continuación, algunos de los integrantes de Moviemiento damos nuestra lista de películas vistas en durante el mes pasado que nos marcaron de alguna manera. Junto con la película, una palabra con la que la asocia cada integrante:
Eduardo (@EEelechiguerra)
1. A Quiet Place - lenguaje
2. L'Atelier - escritura
3. Virus Tropical - desintegración
4. ¡Viva el palíndromo! - pasión
Francisco Un condamné à mort s'est échappé / "Un condenado a muerte se ha escapado" - sonidos Old Joy - compartir If - ruptura
Gabriela (@GabrielaDurArn) ¡Viva el palíndromo! - viva el palíndromo Citizen Kane Pulp Fiction
Javier (@JaviRiquel) A Quiet Place - supervivencia Avengers: Infinity War - esperanza Angel-A - amor What Happened to Monday - familia Molly's Game - ambición
María Alejandra (@merecusa) Los Buscadores - codicia La Familia - desconocida
Annette no muere en Liverpool. Annette no muere en este esbozo de Gloria Grahame. Más bien, Annete se vuelve más fascinante en este retrato de los últimos años de vida de la actriz del Hollywood clásico. La película existe nada más para brindar escena a una Annette que, con tono de voz suavizado, nos encanta una vez más con su presencia hipnotizante.
La película cuenta intercaladamente los inicios y conflictos del romance entre Gloria Grahame y Peter Turner, a manera de contrastar sus vínculos con sus momentos más difíciles.
Bastan la química con Jamie Bell, quien interpreta al actor Peter Turner, y la escena de la discusión desde el punto de vista de ella para darnos cuenta de que en sus manos, o mejor dicho en su rostro, Gloria Grahame obtiene la justicia merecida. No se trata de fidelidad porque sólo esa persona quien vivió tal o cual vida puede hablar de un 'fiel retrato'. Se trata de cierto espesor, algún sentido en el tiempo que transcurre el filme. Y Annette lo consigue en esa mirada de 'debo soltar a este hombre', esta certeza de que su voz sugiere ingenuidad mas no falsificación de lo que está ocurriendo.
Y ella es la mayor fortaleza de la película. ¿La única? En medio de un elenco confiable, la historia se mantiene interesante. Pero si todo nos atrae es por la presencia de ellos dos, de su química precisa y sencilla como el agradecimiento de Gloria Grahame al recibir el Óscar. "Gracias". Nada más. Annette en esa discusión donde se da cuenta de lo que tiene que decidir antes de distanciarlo a él con sus palabras.