miércoles, 23 de septiembre de 2009

Extractos de críticas/estudios sobre Terciopelo Azul



"Las claves de la filmografía de David Lynch, y especialmente en Terciopelo Azul, están en la visión que él mismo tiene de su infancia: <<... Según mis recuerdos, tuve una infancia feliz, sin demasiados problemas. Pero los chicos tienen los sentidos particularmente alertas... perciben las cosas de manera muy fuerte... Agrandado por la imaginación de un niño, un pequeño acontecimiento puede convertirse en la más bella o la más horrible de las historias... En mi cada todo era muy tranquilo, muy normal... era un lugar sólido, estable, tranquilizador. Quizá cuando desde el principio se posee una estabilidad tan grande, un fundamento tan sólido, uno se encuentra más inclinado a salir de sí mismo>> (...)David Lynch trata de retratar en su película las sombras que se esconden tras cualquier mundo idílico, son las pesadillas no reconocidas del conservador sueño americano las que se encuentran aquí retratadas: vicio, drogas, violencia, sexo, etc. Y, como una Alicia en el País de las Maravillas o como en El Mago de Oz, una adolescente perteneciente al mundo de la alegría y la normalidad descubre una puerta lo sórdido e insano a través de una oreja cercenada" (Alejandro Díaz, www.miradas.net)

"Terciopelo Azul es una exploración fascinante y perpleja de todo lo que está bajo la superficie de todos nosotros. Mucho de eso es tan oscuro como confuso, e incluso perturbador, pero por toda su excentricidad, esta película se siente tan verdadera como nada de lo que hayas visto antes" (Brian Webster, Apollo Guide)

"Pocas películas han sido capaces de fundir los mundos de la realidad y de los sueños tan exitosamente, y su fuerza surreal empuja las imágenes y los sonidos en nuestro inconsciente, donde resuenan por varios días. Mientras las capas de la belleza aparente de Lumberton son desgajadas lentamente, nosotros somos chupados por la oscuridad subterránea hasta que Lynch lanza una nota optimista al final. (...) A diferencia de otras películas de Lynch que te dejan guindando en la oscuridad, Terciopelo Azul vuelve a la realidad finalmente, donde vemos los mensajes morales evidentes en el filme" (Derek Smith, Apollo Guide)

"Raro por el capricho de ser raro no es suficiente; tiene que haber algo más. Y si fuera sólo rara pero entretenida, estaría bien. Pero Terciopelo Azul es completamente aburrida gran parte del tiempo. Como todos los personajes son tan exagerados (y tan falsos, podría decirse), es imposible identificarse con alguno. Terciopealo Axul es el tipo de película que los profesores de cine probablemente amen y pasen horas analizando. Pero para el espectador promedio, la película nunca logra tener mucho impacto" (David Nusair, reelfilm.com)

"Hopper es fascinante en este papel alegremente pervertido, pero me parece que no habría funcionado tan bien si Rossellini no hubiera hecho de su contraparte. La parte engañosa y suversiva de su personaje es que, mientras ella es, en teoría, la víctima, se puede ver que parte de ella lo disfruta. Hay una increíble desnudez en su actuación: una sensación de que, a diferencia de Jeff, su Dorothy ha llegado a un punto en el que ella se deja llevar y se abandona a sí misma a sus impulsos". (Kevin Laforest, montrealfilmjournal.com)

"Un filme inquietante que retrata la doble moral tras el Sueño Americano a través de imágenes cinematográficas arrebatadoras, a un mismo tiempo surreales y realistas: (...) El hecho de que nosotros tenemos que, de alguna manera, buscar un camino en este mundo extraño es lo que hace a Terciopelo Azul una experiencia tan desestabilizadora y memorable" (Fredric y Mary Ann Brussat, spiritualityandpractice.com)

"Rossellini se compromete enteramente, pero Lynch se distancia de la terrible experiencia con sus comentarios astutos y sus pequeñas bromas ingeniosas. De alguna manera, su comportamiento es más sádico que el del personaje de Hopper. ¿Qué es peor: abofetear a alguien o verlo desde lejos y que a uno le parezca gracioso?" (Roger Ebert, rogerebert.com)

"Olvidemos por un momento que MacLachlan es el alter-ego de Lynch dentro de la película. Él está menos preocupado en autorreferenciarse que en mostrar el oscuro túnel entre la juventud y la hombría. (...) Las muchas habitaciones de Terciopelo Azul son fascinantemente representativas de humores internos: el blanco virginal de la casa de Sandy; los azules estridentes y los rosados vaginales del apartamento kitsch de Dorothy; y la apariencia abarrotada y hogareña de la casa Beaumont. (...) Lynch parece sugerir que el amor es tan potente en el mundo fetichista de Frank como en el mundo feliz de Sandy. Incluso cuando los petirrojos vuelven a Lumberton, Lynch obliga a sus personajes a reconocer el lado grotesco de sus maneras idílicas de ver el mundo" (Ed Gonzalez, slantmagazine.com)

"Terciopelo Azul (...) se mantiene como una eterna controversia, y es una visión que demanda atención, si no elogio. Críticas de la película han empleado descripciones básicas usando palabras como "impactante", "controversial" o "morboso" (todas usadas inevitablemente en esta columna). Tan pocas veces estos términos son, aunque justificados, groseramente inadecuados" (Rumsey Taylor, notcoming.com)

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