Lo granuloso en lo ejemplar, la recurrencia de las flores (estampadas en las paredes, en sus blusas, en sus almohadas) y los pájaros, las enormes extensiones de verde; esta conversación entre ellas al final, a espaldas de nosotros, nublada aunque soleada por la luz; finalmente, Michaela a través del parabrisas, con mirada decidida, casi alegre, pero que mientras la seguimos viendo, y justo cuando se reflejan las ramas de un árbol seco, se transforma en una mirada de incertidumbre, tal vez de miedo.
Ojalá la dejen otra semana para que más gente la vea en el cine. Temo que con una distribución y propaganda tan extraña como la que le han hecho, ya se haya acabado su presencia epiléptica por la cartelera.
Lo granuloso en lo ejemplar, la recurrencia de las flores (estampadas en las paredes, en sus blusas, en sus almohadas) y los pájaros, las enormes extensiones de verde; esta conversación entre ellas al final, a espaldas de nosotros, nublada aunque soleada por la luz; finalmente, Michaela a través del parabrisas, con mirada decidida, casi alegre, pero que mientras la seguimos viendo, y justo cuando se reflejan las ramas de un árbol seco, se transforma en una mirada de incertidumbre, tal vez de miedo.
ResponderEliminarOjalá la dejen otra semana para que más gente la vea en el cine. Temo que con una distribución y propaganda tan extraña como la que le han hecho, ya se haya acabado su presencia epiléptica por la cartelera.
ResponderEliminar