“La otra respuesta a la violencia carnal es la seriedad, la impasibilidad. Es la respuesta filosófica, así como la risa es la respuesta mítica. La seriedad es el atributo de los ascetas y de los libertinos. La carcajada es una relajación; el ascetismo, una rigidez: endurece el cuerpo para preservar el alma. Puede parecer extraño que cite al libertino al lado del asceta; no lo es: el libertinaje también es un endurecimiento, primero del espíritu y después de los sentidos. Un ascetismo al revés, con su penetración habitual. Sade afirma que el filósofo libertino ha de ser imperturbable y que debe aspirar a la insensibilidad de los antiguos estoicos, a la ataraxia.”
“A medida que la represión se retira de la razón, aumentan las inhibiciones del lenguaje sensual. El extremo es Sade. Nadie ha tratado temas tan candentes en un lenguaje tan frío e insípido”
“El cuerpo es imaginario no por carecer de realidad sino por ser la realidad más real: imagen al fin palpable y, no obstante, cambiante y condenada a la desaparición. Dominar el cuerpo es suprimir las imágenes que emite –y en eso consisten las prácticas del yogín y el asceta. O disipar su realidad –y eso es lo que hace el libertino. Unos y otros se proponen acabar con el cuerpo, con sus imágenes y con sus pesadillas: con su realidad.”
“El sexo es subversivo no sólo por ser espontáneo y anárquico sino por ser igualitario: carece de nombre y de clase. Sobre todo: no tiene cara.”
“El erotismo anal es una fase infantil, pregenital, de la sexualidad individual que corresponde, en la esfera de los mitos sociales, a la edad de oro. Apenas si es necesario referirse a los juegos y fantasías infantiles en torno al excremento: “la vida empieza en lágrimas y caca…” (Quevedo). Por lo que toca a las imágenes míticas, señalo que si el sol es vida y muerte, el excremento es muerte y vida. El primero nos da luz y calor, pero un exceso de sol nos mata; por tanto, es vida que da muerte. El segundo es un desecho que es también un abono natural: muerte que da vida. Por otra parte, el excremento es el doble del falo como el falo lo es del sol. El excremento es el otro falo, el otro sol. Asimismo, es sol podrido, como el oro es luz congelada, sol materializado en lingotes contantes y sonantes. Guardar oro es atesorar vida (sol) y retener el excremento. Gastar el oro acumulado es esparcir vida, transformar la muerte en vida. En el transcurso de la historia todas estas imágenes se volvieron más y más abstractas, a medida que aumentaba la sublimación de los instintos. Más y más sublimes: más represivas.”
“La condenación del excremento por la Reforma, como encarnación o manifestación del demonio, fue el antecedente y la causa inmediata de la sublimación capitalista: el oro (el excremento) convertido en billetes de banco y acciones (…) Las letrinas son el lugar infernal por definición. El sitio de la pudrición es el de la perdición: este mundo. La condenación de este mundo es la condenación de la putrefacción y de la pasión por atesorarla y adorarla…”
“El avaro es culpable de una pasión infernal porque juega con el oro que junta en su cueva como el niño juega con su excremento.”
¡Help! no sé como poner las itálicas en el título
ResponderEliminarCris, las itálicas se hacen con palabra .
ResponderEliminarLas palabras de este señor son tan lúcidas que me atragantan un poco. Cuánta sencillez en sus imágenes casi para decir que el mundo capitalista es un mundo cargado de excremento: como si atesorar dinero es atesorar mierda por no dejarla fluir.
Listo. Sí, es muy sencillo y muy contundente. Lo más macabro y más putrefacto del poder, creo yo, no es sólo el retener más y más mierda -dinero- sino disponer del otro, ya no de su psique, sino de su cuerpo como modo de negar la propia corporalidad que es también psíquica. Ocurre en Saló pero asimismo es lo que ha ocurrido en la historia de mil maneras distintas, desde... siempre, hasta las dictaduras más recientes. Incluso ahora más solapadamente mediante, por ejemplo, el consumo desmedido y los estándares de belleza, casi sin conciencia de esclavo y esclavizador porque muchas veces se funge de ambos... Bueno, es lo que me llevó a pensar todo esto, creo que no es tan jalado de los pelos.
ResponderEliminarNo. Es que, ya de entrada, consumir más es forzar al cuerpo de buscar otras maneras de expulsar lo que uno consume.
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