Hay películas que son vehículos para sus protagonistas y que, además, terminan siendo vehículos que le consiguen una estatuilla de la Academia. No pocas veces el perfil del actor o de la actriz involucrados incluye, además de una trayectoria reconocida, una deuda con la referida Academia. Y no pocas veces el material trabajado cae, en papel o en la práctica, en el llamado Oscar bait, o carnada para el Óscar, con lo que uno no puede pensar más que en Tiburón cuando atraen al escualo con trozos sanguinolentos de pescado.
El caso más reciente sería Julianne Moore en 2015 cuando fue nominada por quinta vez y ganó por interpretar a una lingüista que descubre los primeros avances del Alzheimer en ella, con apenas cincuenta años de edad. La maestría de Moore no se pone en duda y ésta es la primera razón por la que uno como fanático acude a la película. Pero situaciones así se han dado hasta la saciedad, como la tercera estatuilla de Meryl Streep, Al Pacino en Scent of a Woman o Paul Newman por The Color of Money.
El caso con The Wife es curioso porque su distribución temprana implica cierta confianza en el material antes de haber preferido que se la devorara la temporada de premios con un estreno exiguo a finales de año. Y no hay esta vez enfermos terminales, ni Holocausto, ni discapacidades, por más que tratar con la escritura tenga su prestigio. Y si no, recordemos a Nicole Kidman y Philip Seymour Hoffman quienes ganaron en la década pasada por interpretar a escritores famosos.
Toda la situación con la temporada de premios implica una estrategia publicitaria y de distribución que comienza, sí, por la película en cuestión. Y en este caso, un acercamiento tradicional al secreto de la verdadera autoría de una obra literaria sirve de excusa para darle pie a Glenn Close para destacarse. Ella y Jonathan Pryce interpretan a Joan y Joe Castleman, una pareja casada desde hace décadas donde él se ha destacado desde el comienzo por su escritura. O así creemos cuando nos enteramos de que él será reconocido con un premio Nobel de Literatura. El viaje, los preparativos para el evento y la ceremonia en sí estarán alternados por esperables flashbacks para conocer la historia de ambos.
Es extraño que no hay muchas escenas grandilocuentes donde Close nos muestre sus dotes actorales, ésas donde los personajes se lanzan objetos y que el Óscar suele escoger como clips que muestren calidad actoral. En cambio, su agotamiento frente a la situación de la buena esposa es paulatino e incluso hay una referencia directa a que ella no desea ser "la esposa eternamente sufrida", que por cierto suele tener un puesto en la categoría de reparto femenino. No hay victimización en la presencia de Close, sino mucha conciencia de sus decisiones en el pasado. La mirada de Glenn siempre ha denotado carácter, incluso en sus personajes más bondadosos. Y ésta no es la excepción. Basta con detallar su interacción con el editor, interpretado por Christian Slater, quienes a medio camino entre la seducción, la firmeza y la distancia; comparten un par de vodkas para disimular una entrevista formal en ocasión del reconocimiento del esposo.
Y sí, desde el comienzo sospechamos de que una esposa haya estado tan cerca de la creación literaria de su marido, sin llegar a ser su manager como ocurre en algunos casos. La película nos va dando a entender por qué y esa complicidad entre ambos a la que apunta la historia es el fuerte de su química, por más que las razones para tomar tal camino no sean convincentes más allá del esfuerzo de Glenn. En su rostro, la bondad no pasa por el sacrificio, sino por una discreción que tiene sus límites.
Y es fascinante ver la evolución de su carrera actoral deteniéndose en su Alex Forrest, en su Marquesa de Merteuil y, ahora, en Joan Castleman; como tres pivotes en una carrera riquísima que incluye Albert Nobbs, The Big Chill (1983), The World According to Garp (1981) e incluso 101 Dalmatians (1996) donde Close demuestra que el camp se puede disfrutar a la vez que se puede sugerir a través de él. Si bien podría entenderse el cambio de sus personajes como una cuestión etaria, todas sus interpretaciones tienen una presencia incuestionable que a través de matices, como ciertas miradas (no olvidemos la escena final frente al espejo de la Marquesa o la desesperación en Alex después del enamoramiento) o ciertos silencios, sugieren una incomodidad profunda frente a lo vivido.
La nominación debería estar asegurada para Glenn. Más allá, son varios los factores que tendrá que superar para obtener un triunfo. Parece una búsqueda fútil y desesperada para una actriz de su talante en un proceso donde depende también de la competencia y, finalmente, del hecho de que hace años que una actriz de más de sesenta años gana la estatuilla competitiva. Hay que irse hasta 2007 cuando Helen Mirren ganó por una película que, a la vez, era su actuación y se sostenía por sí sola. Para ver a una ganadora mayor de setenta años, hay que retroceder hasta Katharine Hepburn cuando ganó por On Golden Pond (1981) en 1982.
Más allá de las estadísticas y mucho más allá de la certeza de que el Óscar no ha sabido reconocer a todas las leyendas de Hollywood, queda esta pequeña película que le brinda otra oportunidad a Close para destacarse gracias a su talento memorable y una rica filmografía que viene desde finales de los setenta.
Entre las imágenes, los gustos, los comentarios y las discusiones de un grupo de cinéfilos.
martes, 25 de septiembre de 2018
miércoles, 19 de septiembre de 2018
Abrebocas (VIII): Roma (Alfonso Cuarón, 2018)
Reciente ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia y pre-seleccionada por México para la categoría de Mejor Película Extranjera para el Óscar, el adelanto de la nueva película de Alfonso Cuarón utiliza pocas palabras para presentar su historia. Algunos dirán que este tráiler, estrenado a mediados de agosto, ni siquiera presenta la trama, sino que asoma un poco de drama familiar, un poco de romance y algo más de lucha social, mientras despliega una fotografía estremecedora.
Tendría que bastarnos la jugada curiosa de un estreno en salas previo a su lanzamiento en Netflix, o las alabanzas en el festival que hablaban de cierta presencia de Tarkovsky en la película (ya asomada en el ritmo de ciertos movimientos de cámara); para atraer nuestra atención. Los incrédulos razonarán que la decisión de su estreno en salas es para que pueda competir por el Óscar y no en realidad porque el cine no haya muerto. Lo cierto es que el tráiler funciona como invitación a ver la película por su potencia visual y no opta por delatar la trama como suelen hacer muchos avances hoy en día.
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sábado, 15 de septiembre de 2018
Afiches cinematográficos (XXII)
A Ghost Story (2017) de David Lowery.
Ficción.
You Were Never Really Here (2018) de Lynne Ramsay.
Ficción.
La Película Infinita (2018) de Leandro Listorti.
Documental.
Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (2017) de Martin McDonagh.
Ficción.
lunes, 10 de septiembre de 2018
Teatro de Guerra (Lola Arias, 2018) o la intimidad expuesta
¿Acaso la mejor manera de tratar la guerra no sea desde los límites entre la ficción y el documental? Lola Arias intenta con firmeza este acercamiento a través de los sobrevivientes de la guerra de Las Malvinas. Lo que logra es un retrato que nos agujerea como testigos de una teatralidad que vuelve una y otra vez a momentos particulares como si se tratara de esos sueños apesadumbrados que confundimos con la realidad.
Hay cierta desnudez en la forma como son presentados los hechos en la película de Arias que desprovee de certezas. Hay un recuerdo reiterativo que, como todo recuerdo, vuelve en distintas formas. Y mientras más se repite éste, más desarmante se vuelve pero sin el efectismo de las pesadillas, sino con la agudeza del silencio.
Pero se trata de una desnudez que evidencia los instrumentos registrando las vivencias narradas por los sobrevivientes. Mientras uno de los actores narra una situación durante la batalla, vemos a la chica grabando el sonido o la cámara filmando. Estos elementos que mal empleados podrían ser distrayentes, aquí evidencian una franqueza porque desde el comienzo viene armándose una química entre los seis sobrevivientes como si ellos estuvieran ensayando el dolor, tanteándolo desde sus experiencias reformuladas por la técnica, aunque nunca manoseadas por el histrionismo. Sus actuaciones están más cercanas porque el proceso es visible y, por lo tanto, más palpable.
No se trata en ningún momento de "otra película bélica", sino de esas pocas que destacan porque consiguen en la circunstancia bélica una desesperanza profundamente humana, como lo hicieron en su momento All Quiet on the Western Front (1930), Dr. Strangelove Or: How I Stopped Worrying and Love the Bomb (1964), The Thin Red Line (1998) y Letters from Iwo Jima (2006). Y en este sentido, da un paso adelante con respecto a ellas porque presenta la guerra desde un formato "stripped down", sin los efectos de sonido característicos de las películas de este tipo, sino con las inflexiones y matices de las voces actorales transportándonos a las vivencias durante la guerra.
lunes, 3 de septiembre de 2018
Agosto en películas
Termina agosto, pero ya volvemos a él a través de listas sobre lo mejor del mes. Incluimos desde el cine más independiente o de autor, hasta el cine más comercial del año.
Gabriel Balmaceda
1. The Rider (2017) de Chloe Zhao
2. O Ornitólogo (2016) de Joao Pedro Rodríguez
3. Secrets & Lies (1996) de Mike Leigh
4. American Animals (2018) de Bart Layton
Eduardo Elechiguerra
1. Tokio monogatari / "Cuentos de Tokio" (1953) de Yasujiro Ozu
2. Otona no miru ehon - Umarete wa mita keredo / "He Nacido, Pero..."(1932) de Yasujiro Ozu
3. Jours de France / "Cuatro días en Francia" (2017) de Jérôme Reybaud
4. Ukikusa / "La hierba errante" (1959) de Yasujiro Ozu
5. Mi Obra Maestra (2018) de Gastón Duprat
Pablo Gamba
1. 24 Frames (2017) de Abbas Kiarostami
2. El Laberinto (2018) de Laura Huertas Millán
3. Blue Line Chicago (2014) de Richard Tuohy y Dianna Barrie
Javier Riquel
1. Tag (2018) de Jeff Tomsic
2. Tomb Raider (2018) de Roar Uthaug
3. Deadpool 2 (2018) de David Leitch
4. Jurassic World: Fallen Kingdom (2018) de Juan Antonio Bayona
Gabriel Balmaceda
1. The Rider (2017) de Chloe Zhao
2. O Ornitólogo (2016) de Joao Pedro Rodríguez
3. Secrets & Lies (1996) de Mike Leigh
4. American Animals (2018) de Bart Layton
Eduardo Elechiguerra
1. Tokio monogatari / "Cuentos de Tokio" (1953) de Yasujiro Ozu
2. Otona no miru ehon - Umarete wa mita keredo / "He Nacido, Pero..."(1932) de Yasujiro Ozu
3. Jours de France / "Cuatro días en Francia" (2017) de Jérôme Reybaud
4. Ukikusa / "La hierba errante" (1959) de Yasujiro Ozu
5. Mi Obra Maestra (2018) de Gastón Duprat
Pablo Gamba
1. 24 Frames (2017) de Abbas Kiarostami
2. El Laberinto (2018) de Laura Huertas Millán
3. Blue Line Chicago (2014) de Richard Tuohy y Dianna Barrie
Javier Riquel
1. Tag (2018) de Jeff Tomsic
2. Tomb Raider (2018) de Roar Uthaug
3. Deadpool 2 (2018) de David Leitch
4. Jurassic World: Fallen Kingdom (2018) de Juan Antonio Bayona
lunes, 27 de agosto de 2018
Jours de France (Jérôme Reybaud, 2016), mucho más allá del turismo sexual
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Fotograma de Jours de France |
Y si emprendemos la búsqueda por el ser amado a través de una aplicación de citas? Pero no el amado ideal, sino uno que ya existe. ¿Y si Grindr es una herramienta útil muy a pesar de la desolación palpable y la pedantería que deja entrever?
Así como llegué por casualidad a Jours de France, así a lo largo de su recorrido fue trazando imágenes, sonidos y reflexiones sobre estos personajes solitarios con quienes se encuentra Pierre. Tomando como punto de partida el Grindr como un localizador de sexo casual, Jérôme Reybaud aprovecha para hurgar en la historia personal de cada amante. Son breves encuentros donde la eyaculación no es más que un indicio aludido de belleza efímera.
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Fotograma de Jours de France |
Por un lado, la cámara atiende cuidadosamente a los paisajes recorridos por Pierre. La película es a un mismo tiempo una búsqueda por el deseo corporal y visual. En ningún momento hay un cuestionamiento moral a la promiscuidad de Pierre, que espejea la promiscuidad de los gays. Más bien hay una relajación del deseo en las conversaciones breves. En cada diálogo conocemos un poco más de estos personajes que, sabemos, no volveremos a ver. El director consigue belleza en estos encuentros, sea en la contemplación de estos seres hermosos y solos.
Por otro lado, la música, los sonidos y la literatura también trazan un viaje a lo largo de la película. Si bien hay escenas de silencio, funcionan como contraste frente a los diálogos sobre las interacciones cotidianas, los deseos, la incertidumbre y la muerte; frente a los sonidos que rodean al viajero y las piezas musicales dispuestas como intervalos meditabundos. Hacemos un recorrido que a ratos es un cuestionamiento sobre cómo vivimos la cotidianidad, a ratos es un goce de las personas que conocemos fortuitamente o las que venimos conociendo desde hace años. En este punto en particular, nunca sabemos cuánto tiempo llevan juntos Pierre y Paul, pero no es lo que importan. Sean cinco años o veinte, es Paul quien lo hace emprender este viaje, así sea de manera indirecta.
Fotograma de Jours de France |
Atrás no queda el elenco completo. Desde los papeles más breves hasta el más prominente que es el de Pierre y un poco más allá el de Paul, hay una joie de vivre latente en las actuaciones que se convierte en un placer ver la gestualidad con la que rodean estos personajes cómplices entre sí. Incluso la actuación de quien interpreta a la tía de Pierre, en su grandilocuencia halla el azar para que su sobrino siga adelante y la trama fluya con mucha gracia.
Al final, es fascinante que esta suerte de tour por Francia se desenvuelva con liviandad, pero nunca con despreocupación. La mirada de Pascal Cervo sugiere una búsqueda mucho más profunda que meros polvos para amenizar el viaje. En su actitud frente a quienes lo rodean hay compromiso y un profundo interés por indagar qué lo desnuda muchísimo más allá del deseo y más acá de la comodidad profesional.
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Fotograma de Jours de France |
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sábado, 25 de agosto de 2018
Afiches cinematográficos 2018 (XXI)
Hacemos una entrada temática donde haya montañas en el título o en el afiche del film. Tal juego invita a que la montaña sea una certeza geográfica o anímica dentro de la trama y acentúa el hecho de que un afiche y un título son gestos publicitarios que atraen la atención del posible espectador, aún hoy en día donde se sabe tanto de una película incluso años antes de su estreno. Ojalá todavía quede gente que pasa por un cine, atraído por el hecho de ver una historia ajena a la suya, y decida qué ver basado en el afiche, el título y quiénes integran el proyecto.
Mimosas (2016) de Oliver Laxe.
Ficción.
4 Days in France (2017) de Jérôme Ribaud.
Ficción.
Gabriel e a Montanha (2017) de Fellipe Barbosa.
Ficción.
Mountain (2017) de Jennifer Peedom.
Documental.
The Mountain (2018) de Rick Alverson.
Ficción
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jueves, 23 de agosto de 2018
Una escena, una película (II): Clarissa y la felicidad
- If you say to me the moment you were happiest...
- Mom!
- Tell me the moment you were happiest.
- I know, I know! It was years ago.
- Yeah...
- All you're saying is: you were once young.
- ]A gesture between smile and laughter] I remember one morning, getting up at dawn. There was such a sense of possibility. You know, that feeling? And I remember saying to myself: this is the beginning of happiness, this is were it starts [Julia and Clarissa laugh]. And of course there'll always be more. It never occured to me it wasn't the beginning, it was happiness. It was the moment, right then.
Leídas así, las palabras entre Clarissa Vaughan, interpretada por Meryl Streep, y Julia, su hija (Claire Danes), parecen una reflexión al revoleo sobre lo que significa la felicidad. Un instante de intimidad y confianza en la cama de la madre, en medio de los preparativos de la fiesta para Richard. Este momento entendido dentro del film es un paréntesis al ajetreo y, como le dice su hija, un darse cuenta de que la vida ha pasado. Todo esto se resume en la manera como Meryl interpreta el verbo pretérito: "It was happiness". Lo remarca y nos devuelve una mirada que nos sugiere "¡qué tonta he sido! ¿Cómo pude haberme engañado de tal manera?".
Como si no bastara este darse cuenta, las pausas entre los diálogos y el silencio final son un breve respiro a lo que se avecina, como la bocanada de aire que toma Clarissa Dalloway antes de salir a la calle en la novela de Woolf. Es un respiro incluso segundos antes de que suene una vez más el timbre del apartamento de Clarissa.
The Hours (Stephen Daldry, 2002) está cargada de estos momentos como paréntesis al apuro vital del día a día. Sin importar las críticas que se le hagan a la película como conjunto, estos "momentos de vida", como los llamaría la misma Woolf en el libro homónimo, son los que le devuelven al film su fortaleza.
martes, 21 de agosto de 2018
Abrebocas (VII): Widows (Steve McQueen 2018)
En septiembre regresa a la pantalla grande el talentoso director Steve McQueen con su nueva película Widows. Esta película será presentada en el TIFF (Toronto International Film Festival) junto a otras películas que esperan ser tomadas en cuenta para la temporada de premios. Steve McQueen, quien recordamos por sus películas Hunger (2008), Shame (2011) y 12 Years a Slave (2013), vuelve para traer este thriller dramático con un maravilloso elenco. Varios de los nombres que conseguimos protagonizando este film son Viola Davis, Liam Neeson, Michelle Rodríguez, Robert Duvall, Colin Farrell, entre otros. 12 Years a Slave ganó tres premios Oscar, dos premios BAFTA y un Golden Globe, entre otros. Premiado por la Academia y los críticos por igual, Steve McQueen espera volver a la temporada de premios cinco años después de su gran triunfo.
Widows nos muestra la historia de cuatro ladrones quienes mueren durante un robo donde todo salió mal. Las viudas devastadas no tienen la oportunidad de llorar la muerte de sus esposos ya que ahora los problemas y deudas de sus esposos se han convertido en problemas de ellas también. Debido a esto, las mujeres deben de asumir el papel de criminales para pagar las deudas heredadas. ¿Continuará Steve McQueen con su excelente trayectoria filmográfica?
En unas semanas lo sabremos. Mientras, los dejamos con el tráiler de este thriller repleto de grandes estrellas.
- Javier Riquel
@JaviRiquel
domingo, 19 de agosto de 2018
Venezuela: Hijos de la Sal (2017)
El pasado 27 de junio en el Auditorio de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela se pre-estrenó Hijos de la Sal, en compañía de sus realizadores Luis y Andrés Rodríguez que, luego de la débil proyección, dedicaron unos momentos para un breve intercambio sobre la experiencia del film.
Con una edición de sonido impecable y una dirección de arte justa, estos realizadores destacan su línea discursiva en la pantalla grande. Es un sello que ya se viene mostrando desde Brecha en el Silencio (2013) además de 40 documentales en su haber. Sorprende esta cantidad de trabajo fílmico, señal de un compromiso que se abre para seguirle la pista a estos hermanos.
Para consultar la ficha técnica pulse Aquí.
Ganadora del pasado Festival de Cine Venezolano 2018 realizado en Mérida, Hijos de la Sal se apoderó de siete categorías, incluyendo el galardón del Mejor largometraje en dirección, montaje y actores.
Al preguntarle a Andrés por la influencia y gustos en el ámbito que nos ocupa, nombró a Hors Satan (2011) de Bruno Dumont, la argentina Crónica de un niño solo (1965) de Leonardo Favio y Vaqueros de Medianoche (1969), además de resaltar -y respondiendo a la pregunta que hice- el gusto y placer por Andrei Tarkovsky.
Felicidades a los hermanos Rodríguez, dan ganas de seguir viendo su cine y disfrutar de un cine de autor exquisito donde lo complejo y lo simple son una cara sutil de nuestra realidad y si no, ojalá.
Hijos de la Sal (2017) cuenta una rara y críptica historia de dos hermanos que viviendo en una salina, transgreden presagios del pueblo huraño donde viven. Un padre y estos dos personajes narran, en destacadas imágenes, más que una anécdota sencilla. Es quizás una de tantas películas que nos trasladan a cualquier parte del mundo, reiterando, como su tagline lo indica, que "el destino no está en la sangre"...
Con una edición de sonido impecable y una dirección de arte justa, estos realizadores destacan su línea discursiva en la pantalla grande. Es un sello que ya se viene mostrando desde Brecha en el Silencio (2013) además de 40 documentales en su haber. Sorprende esta cantidad de trabajo fílmico, señal de un compromiso que se abre para seguirle la pista a estos hermanos.
Para consultar la ficha técnica pulse Aquí.
Ganadora del pasado Festival de Cine Venezolano 2018 realizado en Mérida, Hijos de la Sal se apoderó de siete categorías, incluyendo el galardón del Mejor largometraje en dirección, montaje y actores.
Al preguntarle a Andrés por la influencia y gustos en el ámbito que nos ocupa, nombró a Hors Satan (2011) de Bruno Dumont, la argentina Crónica de un niño solo (1965) de Leonardo Favio y Vaqueros de Medianoche (1969), además de resaltar -y respondiendo a la pregunta que hice- el gusto y placer por Andrei Tarkovsky.
Felicidades a los hermanos Rodríguez, dan ganas de seguir viendo su cine y disfrutar de un cine de autor exquisito donde lo complejo y lo simple son una cara sutil de nuestra realidad y si no, ojalá.
viernes, 17 de agosto de 2018
Una escena, una película (I) : Amélie y el ciego. (Amélie - Jean-Pierre Jeunet 2001)
Todos tenemos más de una escena favorita de las películas que nos gustan. Una escena que nos hace volver a ver el film una y otra vez, o una escena que le recomendamos a los amigos cinéfilos. Tal vez sea una escena que nos atrae por su puesta o por la manera en la que fue ejecutada. Sin importar el motivo o razón por la cual es tu escena favorita, en Moviemiento estrenamos una nueva sección titulada Una Película, Una Escena donde, sin spoiler y sin arruinar el final o la trama del film, les mostramos nuestras escenas favoritas.
Amélie, estrenada en 2001 dirigida por Jean-Pierre Jeunet, es una película francesa protagonizada por Audrey Tautou. Este film, del que ya hablé en una entrada anterior, nos cuenta la historia de una mujer excepcional que disfruta de los simples placeres de la vida. Tímida e introvertida Amélie decide un día cambiar y hacerle feliz la vida a los demás. En el proceso también consigue mejorar su propia vida.
La escena en particular ocurre luego de que Amélie comienza a sentirse feliz mientras ayuda y mejora la vida de todos los que la rodean. Amélie camina por la calle y se consigue a un hombre ciego un poco perdido. Ella ve la oportunidad de mostrarle a este hombre la ciudad mediante sus ojos narrándole todo lo que pasa mientras caminan juntos. Esta escena capta perfectamente la ternura y amabilidad de Amélie y cómo hacer cosas tan simples como ésta llenan su corazón de felicidad. Juntos caminaron en los zapatos de ella, y nosotros logramos fijarnos en estos simples detalles que Amélie tanto adora. Sin decir más les dejo la escena y aprovecho para recomendar esta fenomenal película para quienes no la vieron, y para los que sí han tenido el placer, los dejo con este grato recuerdo.
- Javier Riquel
@JaviRiquel
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jueves, 16 de agosto de 2018
Afiches cinematográficos 2018 (XIX y XX)
La Otra Piel (2018) de Inés de Oliveira Cézar.
Ficción.
Toda esta sangre en el monte (2018) de Martín Céspedes.
Documental
Marilyn (2018) de Martín Rodríguez Redondo.
Ficción.
The Meg (2018) de Jon Turteltaub.
Ficción.
BlacKKKlansman (2018) de Spike Lee.
Ficción.
miércoles, 15 de agosto de 2018
Tres cosas sobre Pieles (2017) de Eduardo Casanova
Pieles asoma con gracia satírica "la diferencia" física para invitarnos a explorar las igualdades de todos nosotros.
"La madre es un tema complejo, me
obsesiona, es un personaje que justifica cualquier género" confiesa Casanova. Con tan solo 27 años este director promete un camino en la herencia del
peculiar y no convencional cine español.
Por fotografía, dirección de arte, maquillaje y puesta en escena, esta película merece ser vista. Aunque me queda la deuda y curiosidad de conocer más trabajos del productor y director español Alex de la Iglesia, que a su temprana carrera tiene una lista larga de trabajos y que hasta ahora, los que he visto, no han sido de mi gusto pleno. Confieso que el cine español me cuesta.
Como es tan fácil asociar la adulación a la crítica, lo dejo por aquí. Bienvenido el
valiente que la tome dándole tiempo a las escenas.
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domingo, 12 de agosto de 2018
Breves palabras sobre algunas películas recientes
La Omisión (2018)
La película de Sebastián Schjaer atrae porque sus paisajes están circunscritos a planos cerrados de la situaciones imprevistas vividas por Paula (Sofía Brito), quien migra a Ushuaia para reunir dinero trabajando e irse fuera del país. La cámara capta las interacciones entre ella y el entorno sin exponer mucho los paisajes nevados, sino más bien absorbiendo las omisiones hechas en la narración, los sonidos sugerentes y la rutina diaria que asoma un giro eventual.
En el centro de esta dinámica, la actuación de Brito envuelve con su mirada frente a la incertidumbre. El guión se niega a ofrecernos certezas con respecto a la historia de Paula o al plan futuro. Lo que nos queda a los espectadores es aferrarnos a los silencios e inquietudes expresados por la actriz a lo largo del film.
En este sentido, es interesante el trabajo hecho con el afiche del largometraje. Como si nos tentaran a rearmar la imagen a partir de los pedazos alternados a propósito, el póster nos confronta con la manera como vivimos y narramos nuestra rutina.
Afiche de La Omisión (2018) |
Jurassic World: Fallen Kingdom (2018)
Como un homenaje a Jurassic Park, el film de Bayona emociona por escenas que remiten a la primera historia. Puede que esto sea de interés para cinéfilos y fanáticos de la saga nada más, pero por sí solo es un gesto que reconoce una pequeña tradición o, por lo menos, la influencia de estas películas en una generación. Hay fotogramas memorables como el diplodocus que desaparece en la humareda y el fuego o la pelea entre el Indoraptor y el velociraptor. A ratos pareciera que estamos leyendo un cuento infantil plagado de monstruos modificados genéticamente, en contraste con las especies tradicionales que luchan por sobrevivir.
Como una película aparte, el guión presenta incongruencias terribles y exageraciones en cuanto al desarrollo de la trama (dinosaurios como instrumentos bélicos) que hace unos años eran sólo rumores para futuras películas. Vista ya la historia en pantalla con estos detalles, es peor de lo que parecía en papel. Y poco importa el elenco esta vez, cuando en las dos primeras películas eran tan centrales para el desarrollo de las acciones. Ni siquiera el cuasi-cameo de Jeff Goldblum.
Fotograma de Jurassic World: Fallen Kingdom (2018) |
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miércoles, 8 de agosto de 2018
Julio en películas
Terminó el séptimo mes de 2018. Con él, se recrudeció el frío y hubo mucho cine latinoamericano entre la afluencia constante de estrenos argentinos en la cartelera y el primer festival de cine colombiano celebrado en la ciudad.
A continuación, una pequeña selección por parte de algunos integrantes del grupo.
Pablo Gamba
1. Las herederas de Marcelo Martinessi
2. El termómetro de Galileo de Teresa Villaverde
3. Trinta lumes Diana Toucedo
4. Miró, las huellas del olvido de Franca González
5. Tanta sangre en el monte de Martín Céspedes
Moisés Lárez
Extinction de Ben Young
Javier Riquel
1. Zoe de Drake Doremus
2. Ant Man and the Wasp de Peyton Reed
Eduardo Elechiguerra
1. A Fábrica de Nada de Pedro Pinho
2. Epifanía de Oscar Ruiz Navia y Anna Eborn
3. Miró. Las Huellas del Olvido de Franca González
4. Señorita María, la falda de la montaña de Rubén Mendoza
5. La Omisión de Sebastián Schjaer
martes, 31 de julio de 2018
La Mirada del Crítico (2): Patricia Kaiser. "Cuando escribo, trato de ver la película de una forma 'inesperada'".
Continuamos la sección dedicada a críticos cinematográficos con Patricia Kaiser. Ella es docente, investigadora y crítico en el área de cine. Actualmente da clases en UNEARTE y escribe en su blog elojodelpezglobo.blogspot.com.
1. ¿Cómo llegaste al oficio de la escritura para cine?
Por (y en) la Universidad. En la Universidad, hice mis pasantías en el departamento de investigación de la Cinemateca Nacional. Ahí, inevitablemente, tuve que escribir. Y Pablo Abraham, mi jefe en ese momento -gran amigo y colega después- influyó mucho en mi forma de ver cine y escribir sobre él, y en guiarme en las lides de la escritura para cine.
También mi profesora de Cine Latinoamericano, Carmen Luisa Cisneros, quien me invita a escribir para Encuadre, revista que comandó durante mucho tiempo. Apenas estaba yo como en sexto semestre. Creyó en mí (y Pablo ya escribía ahí, así que me dio un empujón)
También la cátedra de Taller de Cine del sexto al noveno semestre. En esas 4 materias, había que dirigir cortos. Y yo siempre tuve claro, que no quería ser directora ni nada de eso. Lo mío era investigar, escribir y dar clases. Así que hice un trato con César Bolívar y luego con Manuel de Pedro: yo no dirigiría nada, pero le escribiría cortos a todos los demás. En noveno semestre, no tuve más remedio que dirigir uno. Ni modo. Pero me salvé de unos cuantos y me fajé como escritora.
Seguí como crítico de cine en Encuadre y otros medios que me fueron llamando. Comencé a dar clases dos años después de graduarme. Y escribí muchas cosas para la TV...
2. ¿Qué películas te marcaron como espectadora?
El cine de género bien hecho. Me parece una muy buena cátedra de cine: cumple con los códigos, con sus intenciones, con las expectativas; y si está bien hecho, bien dirigido, puede ponerte pensar (cosa que pocos creen, al menos en una época fue así: se despreciaba el género por "fácil").
Y por mucho: la sci-fi.... Mi género favorito desde la niñez (en literatura)... Le siguieron el terror y el horror; y ahora me gusta mucho una buena peli histórica (con sus subgéneros como el biopic y tengo a Patton como guía). Me encantan los policiales y las pelis de espías e intriga internacional (me encanta Bourne).
Así pasé por Craven y su Freddy y Scream; Woo con sus balazos y sus dobles imposibles; Spielberg y Tiburón; Scott con todo; el maestro Hitchcock padre del género sin temor (Rear Window, La dama se desvanece -una joyita inglesa-, Marnie, Vértigo -y ese extraño título De entre los muertos-); El exorcista, Halloween, y un largo etc (que ya pueden deducir)
3. ¿Fue el cine, la literatura o ambos los que te incentivaron a escribir sobre cine?
Debe haber sido la literatura, sin duda. En mi casa se leía mucho (yo soy hija única, es por eso). Y yo comencé escribiendo poesía y teatro. Y como soy una gran lectora (sea como sea que se entienda eso) terminé siendo una buena escritora. Muy exigente con la gramática y la ortografía.
Cuando estaba como en sexto semestre; Carmen Luisa Cisneros, quien todavía para esa época dirigía la revista Encuadre y era mi profesora de Cine Latinoamericano; me llamó para escribir en la revista. Para esa época, ya había terminado mis pasantías (que hice en el cuarto semestre) como asistente de investigación en la Cinemateca, así que ya tenía rato escribiendo sobre cine.
Y cuando entré a la universidad, sabía que NO quería trabajar en campo en el cine. Quería investigar, escribir y dar clases. Nunca quise dirigir (ni quiero) ni hacer ningún oficio de campo o post.
Yo me siento primero que nada una escritora.
PD: Creo que aún hoy, debo decirlo, leo más libros que "ver pelis". Numéricamente hablando.
4. ¿Sientes que hay cierta pérdida en la escritura sobre imágenes? Sobre todo partiendo de la idea básica "una imagen vale más que mil palabras".
Comienzo por decir, que no me creo la frase "una imagen vale más que mil palabras". Es un eslogan publicitario de la era TV y post TV... No creo incluso, que los mismos que la acuñaron, se la crean.
La palabra y la imagen generan dos discursos diferentes, pero cada uno con su régimen de verosimilitud y su "realismo". Nada supera el realismo de un Balzac. Nada digo, en términos de imagen. A su vez, nada podrá superar el realismo un filme como por ejemplo, El Chacal de Nahualtoro (que es ficción, huelga decir).
Y lamentablemente hoy, la imagen tiene cada vez menos valor como "verdad". A la imagen hoy, en el mundo de sobrepoblación de imágenes y de aparatos para acceder a ella de forma (casi) instantánea, le ha ganado el espectáculo. Y todos, doctos o no, saben que el espectáculo "dice" poco (dice mucho más de quién lo crea, que decir sobre lo que representa).
Así que no siento que haya pérdida en la escritura sobre imágenes. No si la intención es hablar sobre imágenes con un lenguaje escrito, con el lenguaje de la palabra. Hay pérdida, si se buscar decir con palabras, aquello que solo puede ser dicho con imágenes. Y ese no es el trabajo de un crítico o analista del audiovisual.
Fíjate: al salir de ver una peli, una suele irse con lxs panas a tomar algo y conversar de la peli. Hablar de la peli. Y lo que se dice, lo que se habla en el café (o bar, como gusten) es otro discurso sobre la imagen vista. No es una suplantación del filme. Es otro discurso.
Eso mismo, con más técnica, más oficio, etc; es lo que un crítico o un analista del audiovisual hace. Al menos así lo asumo yo. Y así se lo hago entender a mis alumnos.
El oficio de escribir sobre imágenes es ponerle método y rigurosidad a las conversas de café sobre las pelis. Suena fácil. No lo es. Porque método y rigurosidad, primero no están en la conversa de café; y luego, se llega a ellos, con mucho ensayo y sus consecuentes errores, mucho estudio y mucha disciplina.
5. ¿Cuáles han sido los directores que más te han marcado?
Cronenberg de primero. Es el que más atrás (en el tiempo) recuerdo. Junto con Craven, a quien amo desde la universidad. Aún recuerdo que dos panas y yo incluimos La noche en Elm Street como película elegible para hacer análisis. Gracias a Frank Baíz que aceptó la locura. Y los tres trabajos, cada uno con un enfoque diferente, fueron muy buenos.
De Cronenberg primero vi VideoDrome y de ahí salté hacia atrás en su carrera. Su recurrencia temática sobre la dicotomía (que él desmantela) mente-cuerpo, con su New Flesh, marcó mucho tiempo mi línea de investigación por ese timempo.
John Woo: A better tomorrow, The Killer, A bullet in the head.... Hasta sus filmes de Hollywood. Un duro. Nadie como él para trabajar el tema del "doble".
Lynch. Ese mundo bizarro. Y esa "limpieza", esa "pulcritud" y parquedad en la dirección. No sobrepasa el límite con su estilo. Eso es difícil de encontrar. Mesura en la locura.
Directores de los que me gustaron filmes cuando joven y que luego ya más profesional, sumé mi lista de "influencias" están: Frankenheimer, Spielberg, Eastwood, Godard, Antonioni (a quien odié toda la carrera, ironías), Coppola.
Hoy hay más: el Pato Guzmán, Lucrecia Martel, Luis Ospina, Vinterberg, Wong Kar-Wai; Kiarostami...
Depende de para qué sea, pienso más en filmes que en directores. Si estoy armando una clase, o en un proyecto de guión, recurro a filmes más que a "directores". Pero obvio, uno tiene sus "amantes".
6. ¿Cuáles críticos de cine lees y por qué?
Soy la peor colega. No ando "siguiendo" críticos.
Soy fiel, por cercanías, a Pablo Gamba. Es un excelente escritor. Le tengo gran respeto. Sus enfoques son muy interesantes y le da una lectura particular a los filmes.
Los Cahiers, obligatorios para todos. Son una cátedra.
Tengo de cabecera el libro de Cabrera Infante Oficio del siglo XX. Caín es un gran crítico. Y ese toque de "diario" que le imprime a sus textos ha sido una gran influencia en mi estilo
Los largos ensayos de Luis Duno Gottberg. Me asombra su rigurosidad.
Los argentinos. Tuve el honor de estar en Talent Campus del Bafici, y fue una gran experiencia compartir con los Diegos y con Q, con quienes tuve otra perspectiva del oficio.
7. ¿Qué buscas en la crítica de cine, sea tuya o de un colega?
Qué difícil, porque no lo sé. No a conciencia, al menos. Creo que lo primero que busco es un buen escrito. Literatura. La crítica es un género literario, con sus normas, códigos, etc.
Lo segundo, que más que buscarlo me gusta encontrarlo; es un enfoque diferente del mío en cuanto a la lectura y abordaje del filme.
Y cuando escribo yo, trato de ver la obra de una forma "inesperada". Que me atrape como "lectora" y por ende como escritora. Lo que se podría traducir, piensa la gente, en que solo escribo de películas (y solo leo sobre películas) que me gustan. Y eso es falso.
Cuando se ejerce la crítica y la docencia, se debe tener muy clara la diferencia entre el gusto y la calidad. A una le pueden gustar películas malas. Y uno puede reconocer un gran filme (bueno, buenísimo) y que no te guste.
Hay parámetros para decir si un filme tiene o no calidad. Eso no es para nada subjetivo. El gusto sí lo es.
Así que mi búsqueda en la crítica es por una lectura "inesperada" del filme. Que me diga algo más que lo obvio: aquello que el espectador no experto también podría inferir. A eso me refiero con lo obvio.
Una buena crítica para mí es aquella que está por encima (o por debajo, en otros sentidos) de la lectura obvia y del sentido común. Y eso incluso te lo permiten los malos filmes. Porque una buena crítica no tiene que ver con la calidad del filme. Aunque si escribes de un filme con calidad, obviamente tienes un camino adelantado.
Se diría que busco "otra vuelta de tuerca". O eso que junta un paraguas en una mesa de coser (para ponernos cultos y pedantes).
Lo que NO me gusta, que siempre unx lo tiene más claro: una crítica obvia, de palangre que sea para jalarte al cine. Una crítica que arrastre el texto fílmico a lo que quieres tú decir y tú quieres que la película te diga. Una crítica que ve sombras donde no las hay.
He leído cosas como que el ambiente de Mad Max la reciente de Miller; se puede comparar por reflejo de no sé qué espejo; con la Venezuela actual. Eso ya es tirar mucho la cuerda.
8. ¿Cuál escena y de cuál película recuerdas haber visto con más fervor en tu formación como espectadora?
Me quedé en blanco como tres días para llegar a una respuesta. Recuerdo mucho, pero "3 days later", la escena de "Long Live to the New Flesh" en VideoDrome. La mano-revólver que sale de la panza del prota y luego del TV. Brutal. Y como siempre he trabajado Cronenberg, no sólo la vi mucho, sino que he vuelto a ella una y otra vez.
La primera escena de La conversación, ese paseo por el parque, aún hoy lo uso en clase: una versión editada que hice con una amiga (a petición del profesor de análisis de montaje en la UCV) donde no están "los que escuchan". Genial, es otra peli.
La escena de la conversación de los tres panas en el bote enTiburón. Cuando contando de las mujeres y pasan por un tatuaje y resulta que es un recordatorio de la muerte casi inminente post Hiroshima, a manos de un tiburón. Es una clase de dramaturgia, de arcos de personaje, de puesta en escena... De todo.
9. ¿Cuál es tu posición frente ver cine en casa en contraste con verlo en la sala de cine?
Siempre será genial una sala, una gran sala. Pero eso es cada día más difícil: por precios, por la oferta pobre, por la inseguridad, etc, etc. Así que la casa es la mejor opción.
Yo, que doy clases, lo he comprendido. Es muy difícil que mis alumnos puedan pagar una entrada de cine y menos aún, que en el cine, estén dando algo que sirva para las clases (aunque yo insisto en que hay que ver de todo. Sólo así se puede formar un espectador).
Por lo que dejé esa discusión atrás. Ve películas, las más que puedas, donde puedas verlas. Si tienes como ir al cine, excelente. Ve algo de la cartelera, la mejor opción posible según tus intereses, gustos, la compañía, etc... Y en casa, no hay excusas, ve todo lo que puedas. TODO.
Y claro, hay quienes tiene como montarse en casa una versión pequeña pero igual de efectiva que un cine. No es mi caso, pero tengo panas que tiene un HT y es excelente... Se puede fumar!
Lo único que me llama la atención, que podría ser un cambio de "épocas" y de estilos; es que me topo con muchos filmes para "cine", que como saben que serán distribuidos en redes y visto en HT (incluso plataformas como Netflix y Amazon Prime) tienen una estructura (fíjate que no hablo de la calidad de Broadcasting, que es un tema superado con la proliferación de dispositivos HD para grabar. Hasta un buen celular lo tiene) más de filme para TV. Es una cosa de lenguaje. No de técnica.
Y paradójicamente, es en las series de TV donde veo la mayor audacia en cuanto a lenguaje: estructura narrativa particularmente. Cosas de la vida.
Pero tiene que ver más con las decisiones narrativas y temáticas de los creadores, que con el lugar en dónde sean "consumidos" por el espectador.
10. Si te tocara hacer un Top 10 de tus películas favoritas, ¿cuál sería?
La primera peli que vi sola en el cine (era menor de edad y mi hermano más aún): El regreso de los muertos vivientes de Dan O'Bannon, Tiburón, Video Drome (y de él mismo, Eastern Promises), J. Edgar Hoover, El chacal de Nahueltoro, La Conversación, A nightmare in Elm Street (la primera de Craven y la última de la última que él también dirigió), La muerte un burócrata (y claro de Titón, Memorias del subdesarrollo), Vodka Lemmon, Submarino de Vinterberg, Chungking Express (Kar-Wai)... Es difícil resumir una vida viendo cine en tan sólo diez títulos.
Porque además el Top Ten de favoritas depende de la época de tu vida en que estés. Seguro si unx atraviesa un momento feliz (sea cual sea la definición de "momento feliz") hará una lista; pero si le preguntas a esa misma persona, en un momento "triste" o difícil de su vida, te dará otra lista. Incluso, más allá de la felicidad o tristeza, depende de las circunstancias de vida que esté atravesando. Si estás haciendo un proyecto para TV, seguro tendrás una lista; que diferirá, si andas montando una materia para la universidad (que no sea sobre TV).
Hay entonces, como Top Ten del momento actual de tu vida o tránsito.
En el set de Jaws (1975) |
viernes, 27 de julio de 2018
Afiches cinematográficos (XVII y XVIII)
Nuestro Tiempo (2018) de Carlos Reygadas.
Ficción.
Manbiki kazoku (2018) de Kore-eda Hirokazu
The Favourite (2018) de Yorgos Lanthimos.
Ficción.
Beautiful Boy (2018) de Felix van Groeningen.
Ficción.
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