jueves, 12 de agosto de 2010

Si vuelvo a La teta...

si vuelvo a la teta 
vuelvo a recordar...

Su nombre tal vez lo asocio con aquel nombre que todos conocemos y torpemente nombramos como Goethe. Aquél por vender su alma al diablo, ella por materializarla con una papa.

No sé si mis impresiones asustan. Pero la verdad es que, cuando terminé de ver la película, me seguí preguntando ¿qué es la teta asustada?. Un rito, una maldición, una consecuencia. Es la leche materna, es padecimiento, es la papa, el susto o la putrefacción. Lejos de responderme creo que es todo esto envuelto en el miedo.

De la película recojo varias cosas:
- Me gustan los planos, la elección - a pesar de que algunos se notan forzados-.
- Me gustó la incógnita materializada algunas veces en cantos, otras en perlas.
- Detalles, risas, y hasta espanto...

si vuelvo a la teta
vuelvo a recordar
como el cuerpo sigue siendo el disfraz
y máscara
de lo que cobardemente ocultamos.


(pornografísmo/antropofagia del cuerpo/neologismos del miedo)

si vuelvo a la teta
vuelvo al canto
antes que
a la palabra.
(como el agua en la aridez del miedo).

                    y       salud!


1 comentario:

  1. Yamileth, comulgo con tus ideas: la teta connota cosas muy duras. Pensemos en la primera imagen de la película, la pantalla totalmente negra, y de fondo surge la voz de la madre lamentándose. Como si la voz viniese del más allá.
    Desde el principio sentí al Quetchua como una lengua triste, parecía connotar lamento tras lamento. Sin embargo posee también una sonoridad muy bella, que se traduce en la fuerza con que se dice una misma palabra. Es como una riqueza escondida que posee el lenguaje. Recuerdo a la señora, moribunda, entonando el Quetchua, dentro del cuarto, con su hija a su lado...y cuando vos te cuestionás qué es la teta asustada, pienso inmediatamente en ese instante. Quizás porque siento que entre ellas existe como una maldición. Creo que eso de estar toda la vida cantando los males no es precisamente sano ni tampoco justo. Y ante la inminente muerte, la madre vuelve a atar el dolor de su cuerpo al de Fausta, y se lo traspasa, para que su hija lo repite y lo recuerde. Tal vez la teta asustada sea la papa en la vagina de la Fausta, el miedo del cuerpo de ella, que suele traducirse de manera más física que verbal. Creo que la teta es, antes que nada, es el propio cuerpo, enjaulado, miedoso, a punto de gritar.
    Creo que es una película para hablar muchísimo más, pero me gusta que sea así, nos puso a reflexionar sobre muchísimos temas.

    Muy bueno tu aporte.

    Un abrazo.
    en fin...

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