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sábado, 29 de junio de 2019

Diez años en Moviemiento

hola... Bresson
cualquier cosa virtual me espanta
me gustan las películas plásticas
primera vez que resulto privilegiada por el azar
y fui vilmente ignorada
quién mejor que tú
para simplificarme
recuerda que no tengo memoria cinéfila
soy capaz de verla de nuevo 
si mi loco horario me lo permite
que tenga sabor, que tenga mento
el ocio sabroso, el ocio creativo
material tengo, lo que me falta es tiempo*

Durante el primer semestre del año 2009, hubo los primeros escarceos del grupo de cine a través de correos electrónicos. En aquel momento, el 7 de mayo a las 4:34 am, yo les mandaba un email proponiéndoles un 'cineforo' virtual en vista de las dificultades para coordinar encuentros. Se los mandaba a amigos y conocidos con la idea de no quedarnos con la superficialidad luego de ver una película. Quedaba abierta la posibilidad de reunirnos en grupo, lo que se concretó desde octubre de aquel año y hasta bastante avanzado 2011 con las correspondientes irregularidades de toda congregación.

De las distintas aristas de este grupo que semanas después empezaría a llamarse Moviemiento, el blog ha sido la ventana más perdurable. Sin duda la paradoja de que lo virtual sea lo más duradero da mucho para hablar, pero ha permitido el diálogo dilatado entre los integrantes ya desperdigados en distintas partes del mundo.

Suele decirse que las agrupaciones son sectarias, pero la idea central de Moviemiento es reunir a los cinéfilos independientemente de sus gustos. En aquel primer correo fundacional de 2009, dieciséis destinatarios estaban incluidos, pero ésa no fue ni la sombra de las tantas personas que han participado activa o indirectamente en Moviemiento. Desde personas que se fueron sumando a medida que pasaban los días, hasta gente que conoció el grupo ya cuando varios miembros estábamos aquí en Buenos Aires.

Y si bien es cierto que la búsqueda de Moviemiento todavía hoy en día está enfocada hacia la autoría en el cine, basta ver las listas de películas favoritas de los integrantes para notar nuestras diversas filias. Personalmente, creo que eso sólo puede enriquecer la dinámica y apuntar a una variedad con la que la cinefilia se alimenta. Si algo hemos tenido que aprender, con las dificultades del caso, es que un gusto no se funda sin arbitrariedad. Hemos podido ver y hablar de películas tan dispares como Irreversible, Rocco y sus hermanos, Eterno Resplandor de una Mente Sin Recuerdos, Shame o Bashú

Otra arista que se cristalizó hace cuatro años es el premio Guayaba de Oro, nacido en 2015. Si bien la participación en el premio ha sido más reducida con respecto al total del grupo, da cuenta también de la mentada diversidad y de un proyecto que se transforma con el paso de los años (nuevas categorías, expansión de la cantidad de nominados, el arbitraje iniciado en 2016).

El hecho de que tuvieran que pasar más de nueve años para brindarle un diseño a nuestro grupo y cuatro para el premio, habla de una búsqueda más amateur frente a la cinefilia, sumado a factores de adaptación en otras tierras y coordinación entre los participantes. Y esos triángulos enfrentados en el logo del grupo nos representan como personas en contraste con respecto a lo que vemos. El amateur es un amante que no se limita a su formación, como sostendría Barthes en Barthes por Barthes.

Mencionar a cada uno de los que hemos pasado por el grupo sería dilatarse y excluirse. Cada uno de ellos sabe quién ha sido para las reuniones, las publicaciones en el blog o en las redes sociales, y, por supuesto, las diversas salidas al cine. Los dos primeros motores del grupo siempre han sido el cine y la amistad. Esto puede que suene tierno y complaciente, pero sin emoción y diálogo no puede haber vínculo. Y en todo grupo tiene que haber o debe buscarse un vínculo, aún cuando se termine en la discrepancia.

Finalmente, si parece disonante la idea de un grupo de cine en unos años donde la situación de Venezuela se recrudecía de forma paulatina, reunirnos era un paliativo a nuestras inquietudes. Una vez mudados a Buenos Aires, nos dimos cuenta de que la cinefilia se ha convertido en un lugar de enunciación gracias a las redes sociales. Nosotros mismos surgimos con la ayuda de los blogs que facilitaron otros modos de acercarse al cine a través de la palabra virtual y sin necesidad de una formación académica en torno a la imagen en movimiento.

Fácil sería terminar este breve recorrido de diez años en tono derrotista o esperanzador. Varios de nuestros miembros siguen en Venezuela o se han disgregado por varios países del mundo, pero los espejeos siguen presentes en la distancia. Varios de nosotros somos inconstantes en los encuentros y, así como muchas personas han formado parte del grupo, unos cuantos se han retirado explícitamente o en silencio. Al final, no basta recordar que agrupar también trae consigo reagrupar de vez en cuando y desengranar otras veces. Pero, desde el costado que sea, de mi parte siempre haré un lugar para la imagen en diálogo con otros.

(diseño por Carlos Roa. Instagram: @salorrequena)

* Cadáver exquisito a partir del primer año de correos electrónicos entre los miembros del grupo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Unas pocas líneas sobre Fargo (Hermanos Coen, 1995)

Hacía tiempo que no veía una película tan extraña como Fargo. Ese humor negro que se cuela ante el espectador puede volverse monótono y a la vez muy desolador; esa sonrisa seca que surge mirando el film, se fulmina inmediatamente cuando se toma conciencia del devenir de la tragedia. Este padre de familia secuestra a su esposa con intención de sacar ventaja económica, y lo que logra es quedar atrapado en una tela de araña que no hará más que mantenerlo en un constante vértigo y de prepararlo para una catástrofe inevitable. A pesar de la inmovilidad de los personajes y de ese patetismo en sus caracteres-que por momento se vuelve insoportable- Fargo es una gran película. 

martes, 10 de agosto de 2010

Sobre "La teta asustada"

12:00pm. Tierra de nadie, Universidad Central de Venezuela.

Una nueva reunión de Moviemiento. El día tenía un rostro poco amigable. Uno presentía que en cualquier momento caería un chaparrón de esos que sólo acontecen de este otro lado de la tierra, en el trópico. La reunión estaba pautada a las 12 del mediodía. Los primeros en llegar fuimos Eduardo y yo. Ese tiempo extra lo aprovechamos comprando películas y comentando sobre nuevos tesoros fílmicos. Aproximadamente a la una y cuarto llegó Cristina, y un ratito más tarde nos acompañó Gabriela. Por primera vez, el grupo se fue de picnic a la UCV.
La reunión fue amena, a pesar de que la lluvia nos arrojó a un rincón techado de la biblioteca central. Como es nuestra costumbre, primero comimos, luego discutimos. A pesar de que estaba planeado discutir sobre Ladrón de orquídeas, Lola Montes y La teta asustada, toda la conversación se centró específicamente en la teta. Tuve la intención de reanudar aquella conversación entablada la otra noche con Cristina y Eduardo sobre la película, lamenté mucho no tener en mis manos los papeles impresos, de manera de refrescar ciertas cuestiones que habían quedado en el tintero para Cristina y para mí. Sin embargo, la conversación tuvo una fluidez importante, cada uno dio su opinión sobre los temas que le parecían fundamentales de la película. Creo que no dejamos puntada sin hilo.
Por mi parte retomé el lenguaje del miedo que se traduce en el cuerpo de Fausta. Es una forma de expresión corporal que ronda desde el comienzo de la película, permitiéndonos entender que el cuerpo de ella connota miedo, tristeza, pánico, silencio. Pero junto con estos sentimientos, Fausta va accionando un poder regenerador que comienza con la muerte de la madre. Ante este suceso ella es obligada a salir de casa en busca de trabajo. Es allí donde ingresa a ese nuevo territorio, desconocido, inhóspito; un lugar distinto, donde lo que falta es esa aridez de la que está acostumbrada su vida. Fausta sin saberlo ingresa a un sitio que le permitirá entender y despertar de ese largo adormecimiento en el que estaba presa su alma.
Quizás uno de los elementos que ayuda en su despertar sea el contacto con lo verde, con la naturaleza y, por supuesto, con el hombre. El jardinero es quien le enseña a trabajar la tierra, y tal vez sea el único que comprende a Fausta. A medida de que ambos entran en contacto, el hombre le enseña a lidiar con el miedo, pero tal vez lo esencial sea que la ayuda a que comience a vislumbrar que su cuerpo no es ese territorio árido como el lugar adonde le tocó nacer. Hay una escena donde el Fausta le pregunta al jardinero por qué no hay sembrada papa en el jardín. Él le responde que La papa es barata y florece poco. Sus palabras parecen herir a Fausta, porque hay un evidente repliegue de palabras hacia ella. La papa no florece, por eso no gusta. Y ella posee una papa dentro de su vagina, que luego, al transcurrir de la película, por fin se quiebra en los hombros del jardinero, y pide que por favor se la saquen.
Cuando vi la película de manera inmediata la relacioné con Clarice Lispector. Pensé en este libro La manzana en la oscuridad; un libro donde se pone de manifiesto personajes que se asemejan a Fausta y al jardinero. Son como seres que están en estados de coma, y están obligados a despertar, a reconstruir su ser. Es como una liberación que cada uno de ellos se permite. Quizás lo extraño es que existe una relación aún más directa con la tierra, con las manos, con el poder de trabajar para obtener frutos. Fantaseo con la idea de que alguna vez Claudia Llosa haya leído a Clarice. Lo más probable es que no lo haya hecho, y simplemente sus personajes-mágicamente- tienen el poder de dialogar con aquéllos. Eso es envidiable, pero más hermoso aún.
A medida de que el alma de Fausta comienza a renacer, el cuerpo se libera. Desde el inicio de la película veíamos a una muchacha retraída, tímida, miedosa, y todo esto se manifestaba en su cuerpo al caminar o ante la imposibilidad de mantener un contacto con un hombre. Fausta es para el jardinero como esa flor de la que ella queda prendida. Ante tanta aridez, mesura, él aprende a trabajarla, a cultivarla, de manera de que vuelva a nacer.
La reunión culminó a las cuatro de la tarde. Creo que el resumen de ese encuentro fue muy positivo, porque a pesar del tiempo, la falta de baño y el aroma de un buen café calentándonos el cuerpo, La teta ahondó en cada uno de nosotros.

jueves, 22 de julio de 2010

Conversación sobre La teta asustada: el cuerpo, canto y mito del miedo

VERÓNICA:

Yo me quisiera centrar en lo particular en algo que coloqué en el blog, en la última entrada que hizo Eduardo.

Es un poco esta idea del lenguaje del cuerpo de Fausta. (es parte de mi tema de tesis, por eso me ha abierto nuevas miras)

Quizás una de las cosas que más expresa su cuerpo es miedo...es una de las cosas que más me atrapó de la película, sumado a esas fotografías hermosísimas.


CRISTINA:
Sí, es cierto, miedo que la lleva a una soledad terrible


VERÓNICA:
Estaba pensando en esta escena de las escaleras, no sé si recuerdan: Fausta venía con una amiga, y venían discutiendo...ella intenta irse adelante, y cuando ve que por las escaleras está subiendo un hombre, se detiene, se paraliza. El miedo generalmente paraliza, porque justamente el cuerpo pareciera que necesita detenerse.

CRISTINA:
Sí, eso también le impide relacionarse normalmente, como si la papa fuese una metáfora de esa barrera que se pone, debido al miedo

VERÓNICA:
Aparte que es un miedo transmitido, eso es lo más interesante, un miedo que no parte de una violación real, sin embargo, por medio de la teta, de la leche, parecieran fluir esos sentimientos. En particular, lo más bello son los lamentos, los cantos. La misma Fausta dice: "Cantemos para esconder nuestro miedo"

Yo morí con esa película.


CRISTINA:
Sí, las partes en que cantan en quechua son hermosas

Yo también, me tocó muchísimo


EDUARDO:
A mí me dio la impresión de que el miedo de Fausta se traducía en su voz, en su mirada y en su canto, como si su cuerpo fuese una manera de expresar y a la vez de matizar el dolor.


CRISTINA:
Yo no creo que matizara el dolor. Más bien creo que es un dolor interno que es también físico, no sólo por la cuestión de la papa, sino que hay algo allí muy en carne viva.


VERÓNICA:
Sí. Justamente el cuerpo se expresa de diversas maneras: la distancia con las personas, principalmente con los hombres, la mirada, la forma en que camina cuando anda sola,


VERÓNICA:
No sé si es para matizar, yo creo que no sabe cómo manejarlo.

Exacto, es como una herida abierta que siempre duele y sangre.


EDUARDO:
Sí, no sé si la palabra sea ‘matizar’, pero sí me parece que lo amaina al darle cuerpo como canto o como conversación en quechua con Noé, el jardinero.


VERÓNICA:
Pero a medida que empieza a tener contacto con el jardinero, intuí que es cuando ella empieza a liberarse...de todo o se permite cambiar...


CRISTINA:
Y el canto es una manera muy desgarrada de expresar el dolor, me pareció como si el canto fuera una exaltación del dolor


VERÓNICA:
Sí, es cierto. Hay otra canción dentro de la película muy hermosa que es la que canta cuando está en la casa de la pianista...


CRISTINA:
¿La que luego ella misma le roba?


VERÓNICA:
Sí, terrible esa escena. Allí se muestra, y como para ir entrando en la forma en que se presenta la marginalidad y la opulencia…


CRISTINA:
Sí, aunque cuando Fausta la escucha creo que se emociona, no tiene maldad para entender que la pianista se la robó, sino que se siente agradada porque a la gente le guste, de hecho ella lo dice después cuando van en el carro, antes de que la dejen botada.


VERÓNICA:
Sí, pero a mí me pareció que justamente la señora la baja del auto cuando ella le comenta que a todos les gustó. Sentí que de alguna manera Fausta la había herido, sin saberlo. Le hirió el orgullo, aunque no creo que lo haya hecho adrede. Como vos decís, Fausta está dormida. Al comienzo de la película se dice que las personas que nacen con la teta asustada, se dicen que nacen sin alma..


CRISTINA:
Oh, no recordaba esa parte


VERÓNICA:
Y tal vez no entiende muchas cosas...


CRISTINA:
Pero sí, exacto, la hiere sin darse cuenta.


VERÓNICA:
Y una de ellas es que no ha aprendido a hacer el mal


CRISTINA:
Sí, la otra piensa que adrede, que se lo está sacando en cara.


VERÓNICA:
Por eso creo que más que liberación lo que sufre Fausta es un despertar...


CRISTINA:
Es como si Fausta tuviese acceso a algo que la pianista admira y no puede encontrar en sí misma, se podría decir incluso que Aída (creo que así se llama) envidia a Fausta porque no puede acceder a ese terreno que es del miedo pero también de algo muy hermoso y atávico.


VERÓNICA:
Sí. Es así.

¿Aida es que la llama Fausta a ella?


CRISTINA:
No.


VERÓNICA:
Ajá, me parecía.


CRISTINA:
La llama con el nombre de la anterior mujer de servicio


VERÓNICA:
Eso es algo que dejó pensando mucho


CRISTINA:
No recuerdo cuál era


VERÓNICA:
Qué terrible, es como decirle que no existe, es negarla.


CRISTINA:
Sí, como si fuese una cosa que está allí, ni se molesta en voltear a verla las primeras veces.


VERÓNICA:
Llamar a una persona con otro nombre es negarle su existencia, su identidad. Qué fuerte la película, desde todo sentido...


CRISTINA:
Le comentaba a Eduardo que es una de las películas más tristes que he visto, pero también es poética


VERÓNICA:
Creo que esos momentos donde muestran la cara de la marginalidad, también es una forma de contrastarlo con lo otro, porque esa casa es algo mágico en cierto punto. Por ejemplo el jardín, el jardinero, la presencia del hombre...


CRISTINA:
Sí, las perlas.



VERÓNICA:
Esto me recuerda mucho a Clarice Lispector con su novela La manzana en la oscuridad.


CRISTINA:
jaja, ¡cierto! no leí esa pero sí me recuerda en algo a ella en general. No sabría precisar bien dónde está la conexión, pero hay algo


VERÓNICA:
En ese libro el protagonista es un hombre, sin embargo también se produce como un despertar en el personaje, una construcción del ser, y también la oscuridad vs luz. Esa novela es increíble.


CRISTINA:
Me gustaría leerla después.


VERÓNICA:
A mí me gusta que otros se enamoren de mis preferidos jajaja


CRISTINA:
Sí, eso pasa


VERÓNICA
Creo que la conexión es esa: Fausta está dormida...¿recordás al final, cuando el tío le tapa la boca...? y ella se desespera..
¡¡¡¡Qué escena tan fuerte!!!! y él le dice: "ahhh entonces quieres vivir..."


CRISTINA:
Y él le dice "respiraste, eso es que quieres vivir" o algo parecido. Bueno, una de las cosas que más me llamó la atención fue en cuanto a la marginalidad: esas escenas "festivas" y kitsch.


VERÓNICA:
Entonces creo, en el fondo, que la imagen de la papa en la vagina connota muchas cosas. Incluso podría pensarse que es la misma Fausta, escondida, miedosa… no sé, es algo que pienso ahora conversando


CRISTINA:
Sí, además le salen raíces y ella las corta, aparte se va infectando


VERÓNICA:
Sí. Es impresionante. Esa película es bella pero también es triste. Por eso esas escenas festivas, realmente dan risa, a mí me dieron risa, creo que están para relajar en parte.




CRISTINA:
Sí, como que se va trancando tanto en sí misma que llega un punto en que no lo soporta, que es cuando le dice al jardinero que quiere que se la saquen


VERÓNICA:
Ay...y llora encima de él, esa parte me pareció importantísima, la verdad.


CRISTINA:
Sí, es muy linda y el vestido que ella lleva


VERÓNICA:
Sí, ah ¡¿el azul?!


CRISTINA:
Porque venía de la fiesta. Sí, y las perlas en la mano, es genial.




VERÓNICA:
Sí, le decía a Eduardo que cuando la vi por segunda vez fue cuando descubrí nuevas cosas.


CRISTINA:
Yo la vi sólo una, pero me provoca volver a verla. ¿Qué descubriste en la segunda?


VERÓNICA:
Creo que descubrí o puse en relación más directa el cuerpo y la forma en que se expresa; ese lenguaje que sólo Fausta conoce y me detuve en el hombre, en el jardinero, porque fue un personaje que la primera vez no lo noté mucho, y ahora me doy cuenta de que es por él que Fausta despierta.


CRISTINA:
Yo no me fijé tanto en eso, claro que noté que era huidiza, pero no me he percatado mucho de eso, lo de transmitir el miedo mediante el lenguaje corporal


VERÓNICA:
Yo creo que hay entre los dos un vínculo hermoso...¿Recordás cuándo él le lleva los caramelos? ella pone la mano, y cuando él se los da, ella los tira y forman la imagen de los vidrios rotos y el piano.....


CRISTINA:
Eso sí


VERÓNICA:
Una fotografía wow


CRISTINA:
Sí, ella lo va dejando entrar. Es hermoso sí, le dice que el piano aún está vivo, que suena


VERÓNICA:
Hay como una vinculación importante entre ambos. La verdad es Clarice pura jajaa

Ayyy sí...claro, eso se lo dice por ella.


CRISTINA:
jajaja sí tienen relación; Clarice y La teta..., digo


VERÓNICA:
Es que justamente lo que más amo de Clarice es esa oscuridad que ronda siempre en los personajes y en todo...y siempre la devela; hermosura pura.


CRISTINA:
Si, juega mucho con eso: luz/ oscuridad, lo luminoso en la oscuridad y viceversa, al menos así lo veo; en ese canto de dolor hay algo de luz y en esas escenas festivas hay algo oscuro


VERÓNICA:
Sí, porque a pesar de verse muy alegre, hay uno que no está dicho y que deambula entre todos ellos. Vos fijate, hay una parte fea, a mi parecer, que es el momento en que la boda termina y se sacan la foto como con unas cataratas de fondo... ¿recordás?


CRISTINA:
jajaja sí


VERÓNICA:
Eso me pareció fuerte, la verdad, me dio risa, pero a la vez lo sentí rudo.


CRISTINA:
Puede ser gracioso por lo kitsch, pero sí, unas cataratas y atrás un tierrero


VERÓNICA:
Sí, incluso me recordó a este otro director, a Kusturika.


CRISTINA:
Y ni siquiera se sitúan bien sobre la foto, algunos quedan fuera del encuadre.

He visto sólo un par de Kusturika.

VERÓNICA:
Gato negro, gato blanco aparece mucho de ese tipo de festejos donde se muestra unas bodas atiborradas.


CRISTINA:
Pero puede ser, en El tiempo de los gitanos creo que se llama, también se presenta la marginalidad de una forma aparentemente cómica pero también terrible


VERÓNICA:
Ay, yo la vi. Esa me gustó, fuerte también

La vida es un milagro es distinta.

CRISTINA:
Esa no la vi. Solo Gato negro. Gato blanco y la otra.


VERÓNICA:
Es decir, mírala, es muy bella...pero es loca a la vez, los personajes de Kusturika son especiales


CRISTINA:
Sí, luego la compraré, me interesa ver más de él.


VERÓNICA:
Sí, él es especial, es raro, y esa película tiene un comienzo increíble


CRISTINA:
¿No te parece que en La teta… hay una conexión entre las perlas y la canción de la sirena? La canción que le plagian… todo referente al agua


VERÓNICA:
Mmm...ajá, entiendo...lo que no está dicho es que entre ellas, Fausta y Aida, habían arreglado algo. Es posible que la misma Fausta le haya permitido tocar la canción a cambio de las perlas


CRISTINA:
Y el agua representa mucho lo emotivo, lo reprimido que brota, no sé, o ya estoy sacando conclusiones extrañas


VERÓNICA:
Eso me confundió un poco en la película.


CRISTINA:

No sé, yo creo que sí la engaña


VERÓNICA:
Sí hay engaño aunque no entiendo el tema de las perlas; ella le dice: usted me lo prometió


CRISTINA:
Le da perlitas y tal para que ella la cante una y otra vez, para ir sacándola.

VERÓNICA:
Y eso queda implícito, ajá.


CRISTINA:
Sí, no lo sé, yo lo ví como si la comprara con algo que para Aída es una miseria y Aída es también muy miserable pero para Fausta las perlas como que representan algo importante, le atraen.

VERÓNICA:
Lo de las perlas está confuso o aún no lo veo.

CRISTINA:
No está tan claro


VERÓNICA:
Entre ellas hubo un trato y que esta señora rompió... o eso se entiende cuando la baja del auto en una zona que Fausta no conoce.


CRISTINA:
¿No sería más bien que era un trato implícito, o sea, nunca se estableció un trato como tal? Pero ambas lo sabían, y Aída traicionó a Fausta, sin que siquiera se hubiese hablado de lealtad en un principio, siendo simplemente el hecho de cantarle una confianza que Fausta depositaba en Aída.


VERÓNICA:
Sí, una vez más se ve de qué forma Fausta y Aída vienen de diferentes mundos. Para la Fausta la palabra vale, acordate de los cantos, los lamentos de la madre...eran cantos orales, pienso, y eran palabras que su madre le transmitía...no sé es algo loco que estoy pensando. Por otro lado, Aída se aprovecha de esa inocencia de Fausta, porque claro, ella no sabe lo que es la maldad..


CRISTINA:
Sí, es un golpe para ella. Eso influye en que ella despierte.


VERÓNICA:
Sí, exacto, eso y el jardinero.


CRISTINA:

Porque luego va a buscar las perlas, y es cuando el jardinero la encuentra y la lleva al hospital

Él, el jardinero, muestra sus manos cuando va a entrar, siempre.


VERÓNICA:
Sí. eso me parece interesante


CRISTINA:
Sí, puede tener que ver con que trabaja con sus manos, siembra: sus manos son nobles, no sé


VERÓNICA:
¿Creo que eso se lo enseña la señora anterior o es algo que Fausta comienza a hacer?


CRISTINA:
No me acuerdo bien.


VERÓNICA:
Sí, pero me parece que al comienzo, apenas llega a la casa, la señora que la atiende a Fausta le habla de las manos, pero ahora me quedé con la duda. Lo voy a volver a revisar.


CRISTINA:
Yo también quedé con la duda


VERÓNICA:
Otra de las cosas...el cuerpo de la madre.


CRISTINA:
Uy, sí


VERÓNICA:
Lo tuvieron varios días dentro de la casa....


CRISTINA:
Es fuerte y muy graciosa la compra del ataúd


VERÓNICA:
Sí, ¡buenísima!


CRISTINA:
Los distintos motivos jajaja

VERÓNICA:
La imagen del cuerpo es compleja, creo que no reparé mucho en la madre, sí en los cantos del comienzo.


CRISTINA:
Tiene el cuerpo bajo la cama y lo saca.


VERÓNICA:
Pero eso de guardar un cuerpo tantos días me resulta extraño, incluso ¿viste que quería enviarlo como encomienda en un autobús?

Sí ja


CRISTINA:
Es como si todo lo que representa ese dolor estuviese en cierta forma oculto, como que lo intenta guardar, es algo muy de ella. Saca a la madre y le habla, corta la raíz de la papa

jajaja sí, es muy loco. No sé muy bien por qué lo hace


VERÓNICA:
Ajá, sí, ¿porque tal vez desprenderse del cuerpo de su madre significaba sacar de ella el dolor? Se me ocurre que le dio nuevamente miedo, acostumbrada siempre a lo mismo; porque no lo sé con certeza pero intuyo que la madre la mantuvo toda su vida hablándole de lo ocurrido.


CRISTINA:
Sí, no termino de comprender eso tampoco.


VERÓNICA:
Es como si la muerte de su madre comenzase un proceso en ella, porque es cuando ella comienza a trabajar en la casa


CRISTINA:
Sí, como de desprenderse de su madre y del miedo

VERÓNICA:
Es como el motor que dispara todo...

CRISTINA:
Puede ser, sí. La volveré a ver en estos días. Te juro, creo que es una de mis favoritas ahora


VERÓNICA:
jajaja la escogí bien entonces. Temía que no gustase mucho, porque bueno, hubo muchas propuestas de películas más de acción, polémicas, esta es distinta....yo quería algo más nuestro, latinoamericano.

CRISTINA:
No, vale, a mí me encantó.

VERÓNICA:
Y estuve tentada con varios directores pero me quedé con La teta…

CRISTINA:
¿Y sabes de más películas de esa directora?

VERÓNICA:
Digamos que quería que nuestros ojos se dedicaran un poquito a Latinoamérica, que tenemos tan buenos películas


CRISTINA:
No tendrá algo que ver con Vargas Llosa, ¿verdad? o es que es un apellido común en Perú

Sí, capaz tiene otra buena.

VERÓNICA:
Sí, es sobrina.


CRISTINA:
Exacto, hay buen cine latinoamericano.

Ah, mira tú.


VERÓNICA:
Tiene otra llamada Madeinusa.


CRISTINA:
Tengo mis reservas con Vargas Llosa como persona, no como escritor, pero esta mujer tiene que tener una gran sensibilidad por haber hecho esa película.

Hmm, capaz es buena.


VERÓNICA:
Sí, tiene una sensibilidad que comparto.


CRISTINA:
Exacto.

viernes, 26 de febrero de 2010

2009: Películas que quedaron de él en nosotros (VII): conversacional de Bastardos sin Gloria o en una noche tan bastarda como esta, capítulo I


EDUARDO: Lo que más me fascina y más me frustra de Quentin Tarantino es su manera de plantear la violencia en sus películas. Sea un retrato de los personajes, un homenaje o una burla, siempre hay ambigüedad suficiente como para no poder plantear una postura al respecto. ¿Se puede definir la postura de él ante la violencia y ante la guerra o Bastardos sin gloria (2009) es sólo un chiste muy bien contado? Sigue siendo esa mi duda, aunque me fascina más como ambigüedad.

FRANKLIN: Me parece que es sólo un chiste. Tal vez tenga sus opiniones serias sobre esos temas, pero en esta película no lo plantea.

TONY A.: Yo creo que Bastardos sin Gloria representa una evolución temática en la que obviamente parece su materia favorita: la violencia en el cine. Yo creo que, en esta película, Tarantino no tiene una postura en pro o en contra de la violencia sino más bien una reflexión, casi cuestionamiento de cómo el espectador reacciona ante la violencia en el cine.

VERÓNICA: ¿Un chiste muy bien contado? Mmm no lo creo. Quizás espera que el público lo crea así para hacerles las escenas crudas un poco más jocosas.

TONY A.: Creo que más que nada, hay que preguntarse si Tarantino, a pesar de todo el amor que él tiene por el medio, tiene una posición con respecto al mismo cine...
 
EDUARDO: Creo que evidentemente tiene una postura hacia el cine. Digo lo del chiste por su ridiculización y exageración en muchas escenas, en aquellas que lo sofisticado deja lugar a la carcajada satánica de la parodia (la primera vez que vemos a Hitler, por ejemplo).
 
FRANKLIN: Claro que da pie para que se reflexione o cuestione la violencia, pero no veo desarrollado ese cuestionamiento dentro de la película
 
GERMÁN: Me parece que el personaje de Shoshanna quizás da un poco de luz en el asunto de qué piensa Tarantino del cine. Aquí, Shosanna usa el cine como medio para tomar acción contra algo (los nazis), Tarantino quizás usa lo mismo, lo usa como medio de acción para atacar, homenajear, burlarse.
 
TONY: Sí, bueno, usé lo de la posición con respecto al cine retóricamente, para enfocarnos en ese punto. Y totalmente de acuerdo, Germán. Tarantino ve al cine como un medio, incluso un arma que puede transformar realidades y proyectar ideologías (cine propagandista).
 
EDUARDO: No, yo no veo necesariamente que se trate de tener una postura a favor o en contra de la violencia, sino que su ambigüedad en cuanto al tono, hace que el humor y la caricaturización de algunos personajes en esta película sobrepase cualquier reflexión sobre la violencia o la guerra.
 
TONY: Hmm...no veo que el hecho de que los personajes sean amorales y que el tono de la película sea aveces burlón haga a la película amoral. Definitivamente hay una reflexión en cuanto a la violencia, en cuanto a la manera en que vemos la violencia en el cine y Tarantino usa ciertos tonos y estilos para confrontar nuestras percepciones de como nosotros vemos y aceptamos (o rechazamos) la violencia en pantalla.
 
FRANKLIN: Eduardo, ¿quieres decir que el hecho de que los personajes sean caricaturescos no permite esa reflexión?
 
EDUARDO: No. Quiero decir que la ambigüedad en el tono (a ratos burlándose, a ratos homenajeando) da pie a que gran parte de la película se quede en la risa, en la diversión y en un revisionismo ingenioso, pero que no ve más allá de que la violencia, en una u otra mano, es siempre la misma. No creo que la película sea amoral, sino simplista en el comentario que pueda hacer sobre la violencia, aun cuando haya momentos fascinantes sobre la manera en que el cine nos hace conocer la historia e incluso la vida de los demás (la referencia, de mentira pero provechosa, que hace el crítico de cine que se hace pasar por Teniente en la taberna sobre su participación en una película de Pabst que los oficiales nazis, engañados, recuerdan).
 
TONY: No me parece que la película se queda en la risa en casi todos los capítulos hay escenas largas de gran tensión y en las cuales Tarantino no solamente hace una demostración de su ingenio para el diálogo sino que informa sobre como el esconder y revelar información en ese tiempo era fundamental para la sobrevivencia.
 
EDUARDO: Yo siento que con él la muerte y la violencia son un sello de venganza. Como si el que mata está signado o se hace a sí mismo la huella de ser asesinado eventualmente. No es una regla general, al menos aquí no ya que no mueren todos los Bastardos, sino una impresión en cuanto a la naturaleza o la dinámica de la violencia.

FRANKLIN: Al verla, en vez de pensar en la historia, en lo que realmente pasó, pensaba en las peliculas que había visto sobre la Segunda Guerra. y esto es lo que me gustó más de ella, cómo llega a cuestionar este género, cómo llega a apartarse del tono opaco, del dramatismo y también de cómo el cine se convierte en un instrumento de venganza. Tanto para Shosanna como para el espectador, ¿cuántos no disfrutarían ver el cuerpo de Hitler acribillado?
 
TONY: Frank, TOTALMENTE de acuerdo con todos tus puntos.
 
VERÓNICA: Eso sí. Es una nueva mirada de la historia, tan dura. Quizás eso fue lo que más me gustó. Toda la escena del cine y la risa malvada de Shosanna es increíble. Los colores...
 
 
 
TONY: Excepto que...en ese momento en el que vemos a Hitler acribillado Tarantino está confrontando nuestros valores y posturas hacia la venganza.
 
FRANKLIN: Ahora la forma cómo funciona la violencia en la película me parece muy simplista, no mala, pero no se diferencia mucho a cualquier película dominguera, donde bueno mata a malo.
 
TONY: Lo hace de una manera tan grotesca que depende de tu inclinación a Hitler y la venganza en general, puede haber respuestas emocionales diferentes. pero creo que Tarantino no hace de a los protagonistas los buenos. De hecho, los hace tan amorales como los Nazis

EDUARDO: Sí, estoy de acuerdo con lo del cine como instrumento de venganza. Fue algo que me comentó Tony hace tiempo y se me apareció esta vez que la vi. No fue una venganza que sentí y tal vez por eso me quede en la ambigüedad. No sentí ese placer hacia Hitler muriendo que pudiera estar metido incosncientemente en nosotros y por eso la película no me confronta. Veía una burla, unas ansias de sangre y de muerte de judíos, siendo acribillada. Pero no fue catártica.

TONY: De hecho, la risa lunática de Shosana es casi tan perturbadora como las acciones de los Nazis.
 
FRANKLIN: Claro, Tony, yo disfruté mucho la matanza de nazis, pero después pensé: ¿no estoy cayendo en el mismo gusto que tuvieron los nazis al matar judíos?
 
TONY: Sus acciones nunca fueran glorificadas.
 
FRANKLIN: Para mí, sí fue catártica. Para algunos que conozco así les pareció también.
 
TONY: Yo tampoco sentí ese placer al ver a los Nazis asesinados PERO aún así funciona como eje, si no moral, de detenimiento y reflexión de cómo reaccionamos ante la violencia. En esta película, la violencia tiene un peso y una importancia que Tarantino nunca había explorado o acentuado en sus otras películas.
 
GERMÁN: Sí, otro punto irónico respecto al uso de la violencia, es que los que la disfrutan más y la usan de manera más sádica, por decirlo de una manera, son los Bastardos y Shosanna, que son los "buenos" en la película. Mientras que Hans Landa y otros utilizan más la intimidación y/o se les muestra menos viciosos en la violencia, aunque igual de pervertidos por ella.
 
FRANKLIN: Parecen ser más sádicos porque se sienten justificados.
 
EDUARDO: Para mí no fue catártica, sino el mismo sadismo de sus películas anteriores repitiéndose de nuevo. En cuanto a los personajes buenos vs. los malos: sí, ambos bandos son amorales, pero automáticamente nosotros estamos apoyando a los que históricamente fueron vencidos y eso sin duda está siendo considerado en la película: la cámara toma posición de la tensión hacia los históricamente débiles(Shosanna y el strudel de manzana, por ejemplo, o la taberna).
 
TONY: De hecho, el general alemán que "El Oso Judío" mata a batazos se le da cierta dignidad, incluso integridad. Ya sean sus ideales, es fiel a ellos. ¿Se (¿me atrevo a decir?) le humaniza...?

GERMÁN: ... y los Bastardos son cada vez más caricaturescos.

TONY: A Shosana se le humaniza por su sufrimiento pero cuando su objetivo es logrado en el clímax ¿no se le ve con aprobación sino, acaso más bien se muestra como grotesco?

VERÓNICA: Yo estoy con Shosana, lamentablemente creo que hay que ponerse en los zapatos de un judio. Sí es una venganza y de las más terribles la que comete este personaje, pero yo lo disfruté enormemente.

FRANKLIN: Entonces, la pregunta sería ¿hasta qué punto está justificada la venganza?

... fin del primer capítulo...

jueves, 29 de octubre de 2009

Rocco y sus hermanos: el sacrificio. Semana III.



"El mayor logro de Visconti es su manera de mezclar realismo con melodrama" (Jeffrey Anderson, Combustible Celluloid).

"Incluso a pesar del exceso innegable de Rocco, los momentos clímax trascienden el estilo y son profundamente conmovedores" (Arthur Lazere, culturevulture.com).

"Bajo la fachada neorrealista se cocina una intensidad más escabrosa y operática en esencia" (Jason Anderson, Eye Weekly).

"A pesar de ser más larga de lo que debería y de entregarse al melodrama ocasional, el filme prácticamente se tranforma en una épica familiar y cuenta con actuaciones enérgicas e inolvidables (especialmente de Salvatori y de Girardot)" (Pablo Villaca, Cinema en Cena)

"En este fuerte y resurgente drama del destino aplastante de una familia campesina italiana ante la vida brutal y poco familiar de la ciudad moderna, hay una suerte de llenura emocional y revelación que se consiguen en las grandes tragedias de los griegos" (Bosley Crowther, New York Times)

martes, 27 de octubre de 2009

Segunda reunión: "Va a pasar algo" y lo efectista de una catarsis: II



Mi mayor problema con Irreversible es que sea provocadora por irreverente y no porque tenga algo que decir sobre la violencia o sobre sus personajes: que provoque a expensas de la violencia (que siempre genera reacciones fuertes) y no desde una mirada particularmente aguda. Ni siquiera la trama se sostiene por su cuenta, sino que tiene que apoyarse en la belleza de Bellucci para hacer que se sienta algo por su personaje.

lunes, 26 de octubre de 2009

Segunda reunión: "De lo armonioso a lo decadente" de Terciopelo Azul (1986): I



A oscuras, pero se escucha la conversación y se distinguen algunos rostros.

Uno de los matices que más me fascina de Terciopelo Azul es que, incluso cuando se adentra en lo decadente, no pierde su tono de cuento de hadas. Tal vez sea por esto que Frank no me da miedo, porque si bien es un personaje inolvidable por lo desquiciado, no existe fuera de ese cuento "a oídas" que investigan Jeffrey y Sandy.

miércoles, 5 de agosto de 2009

La propuesta de "Irreversible"

Este es el tipo de películas que no volvería a ver nunca más en mi vida. El director tal vez haya logrado conmigo lo que para mí es su intención primordial en este film: marcar al espectador con imágenes muy crudas. A pesar de que “Irreversible” se caracterice por proponer una nueva experiencia de ver cine, creo que no es el tipo de película donde el espectador sienta deseos de volver a repetir tal experiencia.
Pienso en dos escenas en particular en toda la película: la última (que es en realidad la primera escena que es donde parte todo) y es donde aparece Alex (Mónica Belluci) en un jardín, feliz. La otra escena es la más cruda y es la violación. Son dos imágenes cruelmente opuestas, sin embargo, la imagen del jardín, que connota esa felicidad que se tuvo y se perdió, creo que duele más al verla. Duele más porque hubo un tiempo que fue hermoso, mientras que el tiempo actual, el que sucede en este instante, ya no lo es. Duele porque “el tiempo lo destruye todo”, y uno no puede evitar las fuerzas del destino.
Y la intención adrede de mostrar la historia de atrás para adelante logra en mi opinión un efecto extraño en el espectador. Estoy pensando en las personas que me han comentado anteriormente esta película, y todas, o prácticamente todas, mencionaron dos escenas: la de la violación y la escena del extintor. Sin embargo, para mí, las escenas más fuertes son aquellas ya mencionadas anteriormente, ya que me enfrentan con dos realidades totalmente opuestas. A veces no hace falta mostrar un rostro destrozado para lograr que un público se horrorice. Gaspar Noé buscaba provocar al espectador de la manera más clara posible: mostrándole escenas muy fuertes, llenas de violencia, con diálogos que no son sencillos de olvidar. Y la última escena, la del jardín, se contrapone a todo aquel horror que se ve en casi todo el film. Casi podría decirse que Noé logra su propósito: marcar al espectador con escenas y con diálogos que le produzcan horror. Y la única imagen que no produce horror es aquella ya que no existe, la imagen atemporal de lo que fue pero ya no es.

miércoles, 15 de julio de 2009

Lo mítico en Bashú.

Bashú, el extranjero es indudablemente una película diferente. No sé si les sucedió como a mí, pero al comienzo me costó conectarme con las imágenes que presentaba el film. Se sucedían una tras otra pero no las comprendía del todo. Las sentía lejanas, como si simplemente pasaran imperceptibles ante mis ojos. Sin embargo cada una de ellas dejaba en el ambiente una huella, una marca que me mostraba algo, que aún no lograba percibir, como una nueva forma de comprender ese mundo en el que se mueve un niño como Bashú.
El niño entra en comunicación con su entorno por medio de una profunda conexión que va más allá de la mera palabra. Por medios de miradas, gestos y sonidos, Bashú habla con la naturaleza, con los animales y las aves acercándolo aún más a ese medio salvaje. Bashú pronuncia palabras pero no es entendido, tampoco entiende el lenguaje de los otros. Comprende que sus palabras no comunican, mas bien lo separan del nuevo entorno. Quizás por eso intenta compenetrarse más con la naturaleza. Pareciera allí encontrar Bashú su libertad.
Tanto el niño como Nail viven en un tiempo diferente, un tiempo que indudablemente está sujeto a lo mítico. Eso es lo más interesante, la forma en que Bashú y Nail viven el día a día. Por momentos percibo que el tiempo que se desarrolla en la historia no es el mismo tiempo que envuelve a Bashú y a su madre. Algo en ellos me dice que comparten un mismo lugar y que existe entre ellos un entendimiento innato. Tanto Nail como Bashú logran entablar contacto directo con la naturaleza, sumergiéndose en juegos de niños ambos.
No hay que olvidar de la figura de esta persona vestida de negro que en repetitivas veces se le presenta a Bashú. La primera vez él la reconoce como su madre, y así la llama. Luego, en toda la película, esta mujer de negro fortalecerá la conexión del niño con lo divino. Y ante cada aparición, el tiempo de la historia parece detenerse, fragmentarse, para dar paso a lo divino. Bashú pareciera estar protegido por esta figura en todo momento. Y así será hasta el final del film. El niño logra formar parte de una nueva familia, en un lugar que a medida que trascurre la historia, Bashú logra consagrarlo como propio.