viernes, 4 de mayo de 2018

Film Stars Don't Die in Liverpool (Paul McGuigan, 2017)

Annette no muere en Liverpool. Annette no muere en este esbozo de Gloria Grahame. Más bien, Annete se vuelve más fascinante en este retrato de los últimos años de vida de la actriz del Hollywood clásico. La película existe nada más para brindar escena a una Annette que, con tono de voz suavizado, nos encanta una vez más con su presencia hipnotizante. 


La película cuenta intercaladamente los inicios y conflictos del romance entre Gloria Grahame y Peter Turner, a manera de contrastar sus vínculos con sus momentos más difíciles.

Bastan la química con Jamie Bell, quien interpreta al actor Peter Turner, y la escena de la discusión desde el punto de vista de ella para darnos cuenta de que en sus manos, o mejor dicho en su rostro, Gloria Grahame obtiene la justicia merecida. No se trata de fidelidad porque sólo esa persona quien vivió tal o cual vida puede hablar de un 'fiel retrato'. Se trata de cierto espesor, algún sentido en el tiempo que transcurre el filme. Y Annette lo consigue en esa mirada de 'debo soltar a este hombre', esta certeza de que su voz sugiere ingenuidad mas no falsificación de lo que está ocurriendo.


Y ella es la mayor fortaleza de la película. ¿La única? En medio de un elenco confiable, la historia se mantiene interesante. Pero si todo nos atrae es por la presencia de ellos dos, de su química precisa y sencilla como el agradecimiento de Gloria Grahame al recibir el Óscar. "Gracias". Nada más. Annette en esa discusión donde se da cuenta de lo que tiene que decidir antes de distanciarlo a él con sus palabras.

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