miércoles, 20 de octubre de 2010

Unas pocas líneas sobre Fargo (Hermanos Coen, 1995)

Hacía tiempo que no veía una película tan extraña como Fargo. Ese humor negro que se cuela ante el espectador puede volverse monótono y a la vez muy desolador; esa sonrisa seca que surge mirando el film, se fulmina inmediatamente cuando se toma conciencia del devenir de la tragedia. Este padre de familia secuestra a su esposa con intención de sacar ventaja económica, y lo que logra es quedar atrapado en una tela de araña que no hará más que mantenerlo en un constante vértigo y de prepararlo para una catástrofe inevitable. A pesar de la inmovilidad de los personajes y de ese patetismo en sus caracteres-que por momento se vuelve insoportable- Fargo es una gran película. 

1 comentario:

  1. Sí, esta inmovilidad y monotonía de la que hablas, como si fuera un sopor, va permeando una ligera inquietud que muy poco a poco se convierte en angustia (de qué va a pasar ya que las cosas siguen saliendo mal). Pero para cuando se desata la agresividad entre los personajes (y, para mí, es una agresividad desconcertante por lo imprevisto), aparece el personaje de Marge para compensar el desastre. Ella es igual de lenta, pero está decidida, con tal naturalidad, a resolver el caso.

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