sábado, 27 de octubre de 2018

V Festival de Cine Al Este: 2ª Jornada

Competencia Ficción
Spina / "Sucia" (2017) de Tereza Nvotová
(República Checa y Eslovaquia)

¿Cómo se supone que hablemos de incluir las minorías cuando no sabemos delimitar las diferencias entre una crisis psicológica y una violación? La película de Nvotová reúne personajes marginados para trazar un panorama nada alentador sobre la sociedad actual.

Lena (Dominika Zeleníková), de 17 años, está experimentando su primer amor y también comparte mañanas junto a su amiga. Tiene una familia dedicada más a su hermano. Pero cuando es violada, todo se complica.

Nvotová, con su primer largometraje, ahonda en temas incómodos para la sociedad aún hoy en día, como lo son la violación, las internaciones en psiquiátricos, el suicidio, los minusválidos y las actitudes del entorno frente a todo esto. Puede que esta mezcla de situaciones tan intensas convierta el resultado en una ensalada de ingredientes bastante difícil de digerir. Pero la crudeza de estos márgenes termina siendo necesaria cuando Lena decide no hablar de la violación. Y el silencio termina por consumirla psíquicamente.

En particular, hay que atender a los lugares donde se reúnen ambas amigas, sitios abandonados, de muy poco tránsito de gente. Estas decisiones en el guión dejan pensando sobre cómo actuamos frente a los márgenes. Y la película tampoco opta por discursos grandilocuentes en torno a la marginalidad y el sufrimiento que ello implica. Estos personajes se equivocan y no saben en lo que están metidos, como cuando el padre de Lena va a afrontar, intuimos, al violador, pero se echa para atrás a último minuto y queda entrampado en su indecisión. Puede que falte mayor sensación de cierre más allá de confrontar a los culpables. Pero esto no quiere decir más que a la sociedad le falta mucho por crecer al respecto.



Serce milosci / "Corazón amante" (2017) de Lukasz Ronduda
(Polonia)

¿Son los artistas seres profundamente egoístas? Ronduda atraviesa toda una estética compuesta por las actuaciones, los vestuarios, la música y la fotografía para alcanzar, si no algún tipo de respuesta, certezas sobre cómo se relaciona un artista con el amor.

La película está inspirada en las vidas de Wojtek Bakowski y Zuzanna Bartoszek, artistas emblemáticos del arte contemporáneo en Varsovia. Su relación amorosa sirve de excusa para examinar la relación entre el narcisismo y el amor.

Pero Ronduda no aborda tal dinámica desde la crítica, sino desde distintos aspectos que no descuidan detalle alguno sobre cómo se relacionan los artistas con su entorno más íntimo. Con la fotografía de Lukasz Gutt, el contraste entre planos de un blanco casi enceguecedor y otros de tonos rojizos o verdosos hace pensar la relación entre ambos artistas, él músico y realizador de videos, ella escritora y pintora, como un vínculo que se retroalimenta y superpone según el momento. El vestuario diseñado por Justyna Gwizd y Malgorzata Karpiuk destaca una relación fascinante entre la piel de Zuzanna, quien en un momento menciona con cierta emoción sus diversas enfermedades ("Es como si mi cuerpo estuviera atacándose a sí mismo"); y una manera de expresarse desde la cotidianidad y frente al mundo. Y la música del propio Wojtek Bakowski acompaña muchos momentos de la película, más allá de sus presentaciones, para recomponer la relación de ambos desde lo auditivo.

Finalmente si los valores estéticos de la película opacan la posibilidad de un efecto final más potente, es válida la pregunta de si puede haber mayor fidelidad en torno a la vida de estos artistas cuando los guionistas fueron ellos mismos, junto con Robert Bolesto. La respuesta, sin dudarlo, recae en la entrega de ambos protagonistas, no sólo físicamente. Basta ver sus peleas de convivencia que no son las comunes con gritos y lanzando objetos, sino con desahogos muy íntimos.



Muestra de No Ficción
XXXLove (2017) de Joana Frydrych
(Polonia)

¿Son los gordos seres más infelices que el resto de las personas? La directora indaga en la rutina de Adrian Lukoszek, un hombre que ha logrado perder 120 kilos en un año y ayuda a personas a adelgazar enfocándose en cómo abordan la vida psicológicamente.

La obra no es una historia aleccionadora de superación. Hurga en las complejidades de lograr objetivos, sean adelgazar, modificar cómo uno se relaciona con el entorno o sobrellevar la enfermedad de un familiar. No rehuye tampoco de los conflictos maritales, presentes aún después de haber adelgazado Adrian. 

La película además indaga en cómo algunas de las "pacientes" de Adrian se vinculan con más desparpajo con otros hombres, con cierta preocupación por su figura, pero también con mucho humor y menos tabú. Que al final esta sea una relación de intereses, no es más que la muestra de cómo toda relación consiste en un dar algo y recibir otra cosa a cambio, que puede ser muy diferente a lo brindado.

El problema es que la película no habla muy en profundidad del método de Adrian para adelgazar. Sea una decisión frontal o no, hace que su búsqueda por el bienestar de otros sea un tanto fútil. Y el final apresurado en busca de una reconciliación marital da cuenta de lo complejo de las relaciones de convivencia, pero no termina de sustentar un vínculo a todas luces contradictorio. Como, a fin de cuentas, es el ser humano.


No hay comentarios:

Publicar un comentario