Esta noche la vi finalmente. Todavía no me decido con ella.
Por cada palabra de angustia ("Los creyentes flotan, los que dudan se ahogan"), cada imagen en torno al agua o cada escena donde suena el órgano, me fui hundiendo en la butaca, no sólo del frío, también de la tristeza.
Pero luego vino el punto de vista de ella que, por más que le añadió una tensión sorpresiva a la película, hizo la trama cada vez más inverosímil, desde el secuestro, luego ellos dos en el carro y después el río.
El melodrama me sacó de cómo venía la historia, calladamente.
Esta noche la vi finalmente. Todavía no me decido con ella.
ResponderEliminarPor cada palabra de angustia ("Los creyentes flotan, los que dudan se ahogan"), cada imagen en torno al agua o cada escena donde suena el órgano, me fui hundiendo en la butaca, no sólo del frío, también de la tristeza.
Pero luego vino el punto de vista de ella que, por más que le añadió una tensión sorpresiva a la película, hizo la trama cada vez más inverosímil, desde el secuestro, luego ellos dos en el carro y después el río.
El melodrama me sacó de cómo venía la historia, calladamente.