jueves, 30 de diciembre de 2010

Krzysztof Kieslowski (o El azar)




Bueno, muchachos, se supone que yo debo sugerir una película; por afinidades personales y quizá electivas, a mí me parece que la indicada es El azar. Les dejo esta nota como invitación a verla con detenimiento y detallar sus imágenes, la fotografía, sus momentos de suspensión, espera o tedio; me gustaría que meditaran y especularan de manera libre y fantasiosa sobre la trama; a ver qué les provoca, qué les causa, a qué los empuja, y cómo creen que actúa o deja de actuar el azar; digan lo que quieran, y a su manera, jueguen, déjense envolver por el mundo de Kieślowski y lleguen a sus propias conjeturas sobre la pertinencia o no de mis comentarios (muy al voleo); vean, si hay que ver algo en verdad, lo que mejor les parezca y déjense conducir por la vía que sus propias intuiciones van tendiendo; poco más. “El azar, que todo lo hace”, decía Valèry (y si quieren una ñapa, los invito también a ver, del mismo director, La double vie de Véronique). Los detalles técnicos se los dejo a la inquietud de sus dedos googleadores o barredores de escombros en cinematecas, salas olvidadas y cuartos oscuros (cinematográficos, o whatever: queda siempre a sus gustos).
PD: dejaré también a la vía del azar mi presencia el día de la proyección.
Salud, feliz 2011.
ASV.
30/12/2010.

2 comentarios:

  1. Intrigante invitación, caballero.
    Con un poco de azar, cuadremos a ver cuándo la rotamos porque en la Universidad no se consigue (y creo que por internet, al menos en youtube, tampoco).

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  2. Finalmente la encontré en la universidad. Esta nnoche, finalmente, la vi.

    Qué fascinante ese comienzo a la expectativa, de recuerdos anhelados desde el punto de vista de Witek, recuerdos que le van dando forma a las futuras posibilidades del azar, azar que sería sólo una serie de variaciones si no fuera por la memoria.

    Cuántas imágenes y diálogos para recordar y anotar: las generaciones en busca de una luz, la fe escabulléndose en los ideales, la ciencia, las amantes.

    Eso sí, a primera impresión, no me gusta el final. Parece una salida fácil.

    ¡Pronto la veré de nuevo!

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